El actual edil socialista de Adra (y en otro tiempo vicepresidente de la Diputación) ha decidido que se va a tomar un tiempo para descansar y reflexionar. ¿Se va a tomar ese tiempo, o de alguna manera le obliga la justicia a tomarse ese y todo el tiempo del mundo? Más bien lo segundo, no creen.
Lo malo que tiene la política es que las vueltas son complicadas cuando sobre la espalda te ponen el cartel de amortizado. Y me temo que el dorsal que lleva a partir de ahora don Luis no sólo lleva lo de amortizado, también el de prescindible y ya veremos si no le aparece el de procesado y culpable en el caso de las facturas falsas de Diputación.
El problema que se les plantea a sus compañeros, con Sánchez Teruel a la cabeza, es que a partir del caso Luis Pérez le van a callar la boca los del Pp cada vez que intente meterse con los Bárcenas peperos que tiene Amat en sus aledaños almerienses. Luis se convierte en el muro de las lamentaciones socialistas, donde los populares van a colgar sus ganas de venganza. Y las tienen, vaya si las tienen.
El caso de las facturas pone al descubierto una trama de políticos, funcionarios y empresarios en el que se ha buscado el enriquecimiento de algunos a costa del dinero público. Ese que según ellos no tiene dueño. ¡Qué chorizos son! Lo grave, se cuenta, es que ha sido una práctica muy común entre los políticos, no descubierta en la mayoría de las ocasiones. Alguna vez tenía que salir a la luz.
Es posible que Luis y otros no se hayan aprovechado del dinero y que hasta hayan pagado de sus bolsillos los viajes de sus familiares, pero la práctica y el trabajo que han realizado en la institución no sólo ha sido chapucera, si no también ha sido delictiva. Cierto que la justicia dirá la última palabra, pero las primeras, con libertad condicional para Pérez y otros implicados, son lo suficientemente claras como para que digamos que la Diputación estuvo tomada, dirigida y administrada durante algunos años por unos delincuentes. Presuntos, vale, pero con pase para visitar el Acebuche si no pagan doce mil euros de fianza antes de fin de mes.
Una pregunta:¿A qué se dedicaba el entonces presidente Usero, no se enteraba de lo que estaba ocurriendo en el Patronato de Turismo? Me cuesta trabajo creer que no se enteraba de nada.
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