El Corte Inglés y el Toblerone

El Corte Inglés y el Toblerone

Antonio Felipe Rubio
22:51 • 25 jul. 2013

El pasado jueves (18 de julio) emitimos el programa “La Luna” en Interalmería Televisión que da paso a las vacaciones de verano. En mi despedida, y con los mejores deseos para la audiencia, deslicé un comentario sobre la “reapertura de la eterna polémica sobre El Corte Inglés que, con toda seguridad, tendrá mucho que ver con el Toblerone”. No ha pasado ni una semana, y ya está aquí la noticia.


Les aseguro, y así lo atestigua mi cuenta corriente, que no poseo cualidades adivinatorias. Tampoco me sobresaltan sueños premonitorios ni creo en augurios y premoniciones. Sólo me precio de conocer a actores, circunstancias, oportunidades, intereses y trayectorias recurrentes como para forjar un panorama previsible en un escenario de singular idiosincrasia por parte de los almerienses.


 




La ExperienciaDada mi refractaria condición para aceptar intercesiones providenciales, aplico la racionalidad y el conocimiento que otorga la experiencia y, por el momento, aprovecho la memoria que me va quedando que, dicho sea de paso, es el arma más subversiva y mortífera para todo lo que acaece en Almería cuando intervienen intereses, política, afinidades y martingalas. 


Por tanto, me permito relacionar una serie de hechos probados y particulares teorías que, salvo mejor criterio, vienen a converger en un nuevo escenario “sorpresivo”.




1º.- El corte Inglés muestra interés por instalarse en la capital. Estudia varias opciones. Todas son problemáticas.


2º.-En plena efervescencia magalomaníaca de Juan Enciso, consigue (“obliga”) un remedo en El Ejido (Hipercor ampliado). Existieron intereses colaterales y ganarle la partida a la capital. 




3º.-El Corte Inglés lo intenta en La Salle. Cuenta con todo a favor: convenio a tres bandas e idoneidad de un estudio profesional interno (el más solvente y experimentado por la firma).


4º.-Aparecen los problemas. El PSOE (Junta, delegaciones, Ejecutiva Provincial, movimientos vecinales, padres de alumnos…) obstaculiza cualquier opción, como ya hizo con la Estación de Autobuses (B.I.C. “express”)    


 5º.- Cuando se descubre la manipulación y ausencia de criterios objetivos, se opta por la “recomendación”. El PSOE recomienda como ideal el espacio liberado del soterramiento (terciario) para El Corte Inglés, e insta a desistir de La Salle.


6º.- El Gobierno de la Junta (PSOE-IUCA) insinúa enormes dificultades para aceptar el PGOU de Almería (distraen con La Molineta y otros reparos menores) con el argumento de fondo de la protección en Grado 3 a La Salle.


7º.- Se derriba el Toblerone para, en plena crisis del sector inmobiliario, acometer una de las actuaciones más ambiciosas que, en buena lógica, es factible sólo con un efecto locomotora de indudable atractivo.


8º.- Con El Corte Inglés en el Toblerone la promoción es un bombón: financiación asegurada (desaparecen las reticencias y aparecen interesadas adhesiones) y refugio revalorizable de inversiones avisadas.


9º.- El nuevo escenario con el que nos encontramos en la actualidad coadyuva a la recuperación de frustradas operaciones en el entorno inmediato. Por cierto, mira qué casualidad, son parte de la sociedad actuante.


10º.-No era tanta la ambición por evitar que un gobierno del PP cortara la cinta de El Corte Inglés. Existe otra finalidad: hacer de la “recomendación” una feliz consecución a celebrar entre amigos. Ya saben: “La Junta se porta bien con quien se porta bien con la Junta.


Conclusión: ¿Qué importa quién corta la cinta… si otros cortan el “bacalao”?



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