El Gran Hermano vs Manning, Assange y Snowden

El Gran Hermano vs Manning, Assange y Snowden

Gonzalo Hernández Guarch
23:31 • 03 ago. 2013

A principios de 2010 el soldado Bradley Manning del ejército de los Estados Unidos pretendió realizar un ejercicio máximo de libre albedrio y decidió “motu proprio” publicar algunos de los secretos mejor guardados del Departamento de Defensa de los EEUU. Envió cerca de medio millón de documentos clasificados a la organización Wikileaks de Julian Assange. Poco tiempo después Manning fue descubierto y encarcelado. En julio de 2013 Manning ha sido juzgado y encontrado culpable de violar la Ley de Espionaje al filtrar datos de las guerras de Irak y Afganistán, así como de enviar miles de cables diplomáticos que fueron publicados en internet por Wikileaks. A principios de agosto 2013 se encuentra pendiente de sentencia.


 


Orden de arresto El australiano Julian Assange, fundador y propietario de Wikileaks cuenta con dos órdenes de arresto en Suecia por presuntos delitos sexuales. El gobierno del Reino Unido decidió extraditarlo a Suecia, y Assange tuvo que refugiarse en la embajada de Ecuador en Londres, con vigilancia permanente en el exterior para evitar su fuga. El Departamento de Defensa de los Estados Unidos mantiene un enfrentamiento con Assange debido a las filtraciones hechas por Wikileaks que le afectan más directamente referidos a las guerras de Iraq y de Afganistán.  Según la fiscalía, Manning filtró cerca de medio millón de documentos sobre acciones de guerra en Afganistán e Irak, más de 250.000 cables diplomáticos, datos de presos de Guantánamo (Cuba) y memorandos de la CIA que fueron publicados por  la organización Wikileaks. 




El fiscal de los Estados Unidos apuntó que el propio Assange ayudó a Manning a dar con técnicas para obtener información menos accesible y recordó que "diversos informes de las fuerzas armadas de Estados Unidos indicaban que la organización Wikileaks era una seria amenaza para los intereses de nuestro gobierno".


 




Ejército En cuanto a Edward Snowden se alistó en el ejército de los Estados Unidos en 2004. Posteriormente trabajó como guardia de seguridad para unas instalaciones secretas de la Agencia Nacional de Seguridad y poco tiempo después empezó a trabajar en la CIA como experto en seguridad informática. Fue destinado a Ginebra como agente responsable de administrar la seguridad de la red informática. Tras abandonar la CIA en 2009, pasó a trabajar para una consultora privada contratada por la NSA en una base militar estadounidense en  Japón. Imitando a su ídolo Assange, en junio de 2013, Snowden hizo públicos, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post documentos clasificados sobre varios programas de la NSA. El gobierno ruso ha aprobado su residencia por un año evitando así su extradición a los EEUU donde sería juzgado por alta traición y espionaje.


Tres casos que han demostrado sin lugar a dudas que los EEUU han intervenido la mayor parte de los correos y llamadas telefónicas en todo el mundo durante los últimos años. Potentísimos ordenadores de los servicios de inteligencia controlan las redes de Internet y servidores de las grandes compañías que gestionan el tráfico de datos en todo el mundo, como Google, Facebook, Microsoft, casi todas ellas radicadas en Silicón Valley, ejemplo de libertad y democracia. 




Los portavoces de la presidencia de Obama mantienen que esta continua vigilancia protege al mundo del ataque de las fuerzas del mal, terrorismo, narcotráfico, lavado de capitales, conspiración  y otros graves delitos. Lo que en realidad ha quedado demostrado es que los sistemas de seguridad más sofisticados hacen aguas, y que hoy en día nadie es capaz de mantener su intimidad a salvo. Ni siquiera, paradójicamente, el propio Sistema.  


 


Traición Lo cierto es que Orwell se adelantó a su tiempo cuando escribió “1984”. Orwell relató la trágica y aparentemente emancipadora historia de Winston Smith y Julia, quienes trataron de escapar de un sistema donde el libre pensamiento era equivalente a traición. 


Lo curioso es que entonces muchos miraron acusadoramente al Este hacia la figura de Stalin. 


Tal vez ahora deberían girar la cabeza y buscar donde se encuentran hoy los cinco lados de Minver que ocultaban, ya sin conseguirlo, al omnisciente Big Brother.



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