Una vez pase la feria, llegue septiembre y los rigores del verano digan adiós, los políticos almerienses del ayuntamiento entrarán en el tema: ¿Qué empresa se hace cargo de la limpieza de la ciudad? De entrada se quieren hacer dos adjudicaciones. Los listos del ayuntamiento no quieren volver a vivir una huelga de basuras, y para ello la recogida irá por un lado y la limpieza por otro. Dos empresas, dos convenios.
Antes de seguir me van a permitir que recoja otra serpiente de agosto, es el malestar creado entre los almerienses que, apuntados a una bolsa de trabajo, se encargaban de la limpieza de la feria. En ésta ocasión, denuncian, los contratados son nombres que no figuran en las antiguas listas de la empresa. Y los contratados ¿de dónde han aparecido? Se comenta que del partido en el poder (Pp), de la empresa y de algún sindicato. Lo de siempre, si tienes padrinos te bautizan, en caso contrario, a la puta calle.
Volvamos al principio. Los mentideros anuncian que una empresa almeriense se podría hacer con la limpieza de la ciudad ¿y la recogida de residuos sólidos urbanos? la misma con otro nombre. Esto funciona así. Se quejan los vecinos de los barrios de la limpieza de sus calles. A los trabajadores cada vez se les aumenta el distrito a limpiar, los domingos no se cubre el servicio, sólo en el centro, y éste verano las playas han restado trabajadores de la limpieza. La empresa actual, a la que le deben sonarle las orejas ante la próxima adjudicación, debe estar haciendo caja. O lo que es lo mismo: ahorrando sueldos. Y que se sepa estos sólo pueden salir de los trabajos no realizados. No cubro un servicio, no contrato a un trabajador, me ahorro el sueldo a pagar. La historia de siempre, la cuerda se rompe por el más débil, el trabajador.
¿Y el ayuntamiento? A la espera de septiembre. A la espera de la nueva adjudicación. Y en este caso les puedo asegurar que él o ellos no desesperan. El que desespera es el vecino, el ciudadano que se pasea por calles y plazas y va pisando suciedad y caca de perro. Aunque en cuanto a lo segundo, no damos un buen ejemplo los que sacamos al perro a pasear. ¿Tanto nos cuesta recoger la defecación del can? Debe serlo. ¿Y las multas que iba a imponer Luis Rogelio?
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