La Junta de Andalucía debe velar por el entorno de la Alcazaba

Me encanta. Que doña Isabel Arévalo nos diga que su responsabilidad es velar por el entorno del monumento me pone. Así tendrían que ser todas nuestras delegadas, preocupadas por aquello que han puesto bajo su privilegiada mano. Su delegación y los divinos que le acompañan en la toma de decisiones, le acaban de dar una patada al ayuntamiento en las partes más blandas del Mesón Gitano. ¿Estarán de acuerdo con el colegio de arquitectos? Lo mismo la bofetada es merecida, pero como no han manifestado aún los divinos de cultura lo que no les gusta del proyecto, no podemos tomar partido sobre la decisión. De entrada nos lleva a pensar que es otra piedra en el camino sobre el desarrollo de la ciudad. Pero la piedra puede ser buena o mala, dependiendo, y eso es lo que doña Isabel y sus divinos nos tendrían que aclarar a los ciudadanos.

No entiendo a estos políticos. Se les supone listos, inteligentes, preparados, que por lo menos se han leído el libro blanco de la política. En cuanto a lo de listos, inteligentes y preparados, ustedes mismos. Cuando la delegada daba a conocer a la ciudadanía la negativa de su delegación al proyecto del Mesón gitano, alguien del gobierno o de su partido le tendría que haber dicho que lo primero y más importante era razonar la oposición. Y a ser posible aportar alguna salida de futuro. Ni lo uno ni lo otro. Luego dice doña Susana Díaz que la Junta está cada día más cerca de Almería y que así lo sentimos los ciudadanos. Es posible que así sea, pero con estos políticos que ustedes nos regalan, permítame que le diga que no lo parece.

Lo cierto, y notorio es, que el entorno de La Alcazaba viene siendo un estercolero desde hace muchos años. No lo debía saber doña Isabel, tampoco sus divinos, pues es de imaginar que de haberlo sabido habrían puesto (por aquello de velar por el entorno del monumento que tanto les preocupa ahora) remedio al desaguisado. Como el Guadiana. Ahora abren los ojos ante el entorno, los mismos que han mantenido cerrados y ciegos durante todos estos años pasados. 

No sería lo lógico, si la señora Arévalo y el señor Guzmán están trabajando por la misma ciudad y el mismo monumento, que se dejaran las zancadillas y colaboraran por ese entorno a recuperar