Antes de que comience el baile de los problemas, el principio de curso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se reúne con los suyos y les dice que nada ni nadie le va apartar de su alta misión de sacarnos de la crisis; repite que está orgulloso con todos y cada uno de los miembros que forman de su Gobierno y que además se siente legitimado por una mayoría absoluta.
Según esta declaración de intenciones nada tendríamos que decir de la temible vuelta al cole, ni de los precios de la energía eléctrica, ni de las huelgas que anuncian los estudiantes, ni de la dependencia, ni de Gibraltar, ni de la guerra inminente que quita el sueño y la alegría de vivir.
La palabra pues es hoy transparencia, o sea, la urgencia de que los españoles respiremos en medio de un clima de limpieza moral a la vista de la podredumbre de nuestros políticos.
Y ya hay que tener fe sobre lo que nos espera si tenemos en cuenta lo que ocurre en el partido gobernante. Un partido que se presentó a elecciones con un programa que poco después arrojaría por la borda; unos ejecutivos que supuestamente cobraban altos sobresueldos al tiempo que apretaban las clavijas a los trabajadores, unos actos pagados con dinero de Gürtel; un Bárcenas que primero es un tesorero intachable y luego un delincuente sobre el que nadie quier saber nada salvo sus mafiosos sueldos pagados por el partido hace bien poco; una obstrucción de alta escuela a la justicia rompiendo ordenadores para no dejar rastro y sin dejar de hablar de transparencia.
Esto se parece a la lógica per absurdum como la indemnizacion en diferido y otras torturas de la mente utilizadas en su huida a campo a través por los leguleyos del Partido Popular. Todo lo confían en que saldremos de la crisis y que lo más pronto, allá para el año 2015 , si somos sumisos, bajarán los impuestos ya a un paso de las próximas elecciones generales. ¿Quién podrá creerles, madre?
Un reino fundado en la mentira se destreye por sí mismo aunque no cese la prédica falaz de la transparencia y de la colaboración con la justicia.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/47533/la-predica-falaz-de-la-transparencia