Los premios IG-Nobel

La celebración de la entrega de los IG-Nobel,  los nobel alternativos como se les conoce, ha tenido lugar en la Universidad de Harvard. Es un acto carente de solemnidad, tanto es así que el público asistente está autorizado para  hacer aviones de papel y lanzarlos hasta el escenario, no resulta extraño sí una orquesta clásica ameniza la sesión vestidos como médicos  con sus batas blancas . A los investigadores que han comprobado los beneficios de la música de ópera en pacientes con trasplante de corazón,  el IG-Nobel de Medicina, aunque conviene aclarar que los pacientes eran ratones. Al equipo internacional que ha demostrado en su laboratorio que los escarabajos del estiércol se orientan cuando se pierden mirando la Vía Láctea, IG- Nobel de Fisiología y Astronomía. La investigación dirigida a comprobar que las causas por la cual nos hace llorar una cebolla, son muchos más complicadas de lo que se pensaba, el de Química, sí eres capaz de demostrar que se puede correr por la superficie de un estanque sin hundirte el de Física, siempre y cuando el estanque estuviera en la luna. Arqueología, para dos científicos que se comieron una musaraña, eso sí después de cocerla y estuvieron varios días analizando sus deposiciones, para ver sí sus restos se disolvía dentro del sistema digestivo humano. Matemáticas y Estadística, por establecer la probabilidad cierta de que cuanto más tiempo lleve una vaca tumbada, menos tiempo tardará en levantarse, aunque no se pudo determinar cuándo tardaría en volver a tumbarse.
El de Literatura para el escritor y la intérprete del discurso de la presentación de Madrid a los Juegos Olímpicos del 2020, por su concisión expresiva y por alcanzar con menos de treinta palabras el efecto contrario del deseado de forma tan rotunda. Y en Salud Pública, nueva presencia española, nuestro Gobierno fue elegido por aclamación al conseguir que la sanidad haya dejado de ser pública y privada, simultáneamente, sólo un vacío o un tiempo en espera.  Para que estos hallazgos sean premiados sólo se exige un requisito: que la investigación no esté concebida para llegar a un resultado absurdo o irrisorio, así que ni tan siquiera nos merecemos esos dos galardones.