Sofistas, vendedores de palabras

Sofistas, vendedores de palabras

Kayros
23:33 • 03 oct. 2013

En el período más decadente de la cultura en la Grecia clásica brotaron como hongos los llamados sofistas que fueron una especie de trileros  retóricos que comercializaban con el significado de las palabras. 


Su aparición en la escena política no podemos decir que fuera fortuita. Había  en el ambiente un negro escepticismo por la eficacia real del pensamiento. La filosofía se compraba y se vendía dando a entender  que  la verdad fuera un producto  relativo y moldeable a gusto del cliente. 


Al no haber ya  principios  estables los mercaderes hacían su agosto por plazas y recobas intercambiando ciencia por logomaquias insufribles. Cómo se parecen a veces  a los  antiguos  sofistas de entonces estos intelectuales militantes de hoy que se encargan todos los meses  de darnos los datos  del paro registrado. 




Durante los cinco meses anteriores, desde el mes de abril hasta el de agosto, nos machacaron con la milonga de que ya habíamos llegado al punto de inflexión. Según ellos, las reformas aplicadas por el Gobierno estaban dando su fruto. La oposición, en cambio,  replicaba que aquel brote verde no era más  que una consecuencia de la temporalidad. Había que esperar por tanto a que viniera el mes de  septiembre  y ya veríamos entonces si era cierto el milagro.  


Ahora hablan de “desestacionar” como antes hablaron de  “desaceleración”, que es como correr pero sin moverse. Este mes d septiembre nos ha traído finalmente otros 25.572 parados más a las listas del desempleo. Como cada cual arriba el ascua a su sardina,  los del Gobierno dicen ahora que  estos datos marcan tendencia y que no nos quejemos porque este año ha habido menos parados que en el 2007. 




Y es que quien no se consuela es porque no quiere.  A Mariano Rajoy tampoco se le ha escapado la buena noticia. No dudó en utilizarla para convencer a los empresarios japoneses de que deben invertir en nuestro país. 


Sofistas.Vendedores  de vocablos. Verduleras de mercadillo con todo mi respeto y admiración para las verduleras. La economía española sigue destruyendo empleo.





Temas relacionados

para ti

en destaque