Entiendo que el periodismo está para informar, lo cual veo la mar de loable. Pero últimamente ver un telediario es tanto como caer en una depresión , y si al telediario se le añade el 80% de películas llamadas de acción o suspense donde no se ve más que asesinatos, extorsiones, guerras y pandillas de delincuentes, resulta que el panorama es como para meterse debajo de la cama y no salir.
Entiendo que la naturaleza de la humanidad desde los tiempos que se escribe la historia siempre ha sido lo mismo y no aprendemos con los buenos medios de comunicación que tenemos.
En lugar de dar todos los días la misma cantinela de noticias sobre calamidades en el mundo, podrían cambiar el chip y hablar de la buena gente que hay en el mundo y cómo se vuelcan ante las desgracias naturales que últimamente se extienden por todos los rincones de la tierra , llámense las inundaciones en casi todo el mundo como los tifones y tsunamis, y la buena gente que hay ayudando a estas criaturas que lo pasan mal, tanto económicamente como yendo in situ a los lugares donde no hay más que hambre, enfermedades y miseria y encima gobernados por lo peor de la humanidad.
Es ahí donde hay que ahondar con las noticias positivas y, sobre todo, quiero dar un toque de atención a la Organización de Naciones Unidas, que yo no sé realmente para qué sirven, cuando casi todos miran para otro lado o se tapan los ojos, la nariz para no ver o no oler la podredumbre que tiene el planeta y las desigualdades que existen.
Por eso yo desde esta tribuna denuncio a todos los países ricos, precisamente los que tienen poder en el foro de las Naciones Unidas, por no unirse de una vez por todas para erradicar tanta miseria y desigualdad como hay en el mundo.
Y que no me vengan con la historia de que la fabricación de las armas responde a un propósito para defenderse, porque es un cuento chino y así se ha demostrado en varias ocasiones.
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