Sólo cuatrocientos almerienses contra los recortes de Rajoy

Vivimos el ecuador de la legislatura del gobierno del Pp, ese que pasará a la historia como la de los recortes de derechos y de dejar hecho unos zorros el estado del bienestar. Se nos pide a los ciudadanos que salgamos a la calle contra esa política y de casi doscientos mil aparecen cuatrocientos en pandilla. Alguna explicación nos deben dar los estudiosos del comportamiento humano. Qué hacía un domingo espléndido para visitar alguna bodega de la tierra. Resulta cuando menos sorprendente que griten tanto los partidos en la oposición y los sindicatos, y que a la hora de la verdad la ciudadanía no esté con ellos en las calles. Esa ciudadanía que viene soportando los recortes, un paro de casi noventa mil personas en la provincia y la mayor subida de impuestos en España que se conoce y reconoce.

Me pueden razonar que la compañía de los sindicatos no es en estos momentos muy de fiar. Te pueden meter en un ere ilegal antes de que cante “el Mendez” y salir en los papeles de la juez Alaya. Tampoco es que lo sean los políticos de uno y otro lado de la acera, aunque en este caso el Psoe estaba con Susana en Granada y el Pp contando al personal desde las aceras. Y contento se le veía cuando el ábaco no pasaba de los cuatrocientos almerienses. ¿Lo estaremos haciendo bien, se dicen los peperos, cuando el personal no está respaldando las movidas de protestas?

No me pueden negar que los dos años que lleva Mariano Rajoy al frente del gobierno en Madrid han sido para los ciudadanos como una carrera de obstáculos: zanjas, rías y vallas. Algunas zanjas parecen agujeros negros y con tanta gravedad en su interior que ya veremos si nos deja salir de él. En alguna ría se ha ahogado más de una familia almeriense y el topetazo contra la valla ha dejado más de un lisiado para el resto de su vida. Dicen que saldremos de esta crisis o cambio de modelo como a algunos les gusta llamarla, pero si lo hace será habiéndose dejado en el largo y duro camino muchos de los derechos conseguidos por el trabajador. 

En el ecuador de Rajoy algunos están viendo los famosos brotes verdes, pero sólo para la banca y las grandes empresas. ¿Para cuándo tiene previsto el Pp que esos brotes puedan situarse en los aledaños de la vida familiar de los españoles?