Sobre rescates y otras amenazas

De ser auténticas las revelaciones que hace José Luis Rodríguez Zapatero en su libro reciente quizá nos obligaría  a mirar los  rescates desde otra luz diferida.  Tres veces al menos, la Merkel, Sarkozy y el entonces  director gerente  del  Fondo Monetario Internacional le aconsejaron que hiciera uso de una línea de crédito para hacer frente a los eventuales problemas de liquidez. 

En el argot de los mercados esto se llamó Línea de Liquidez Precautoria. No era propiamente un rescate como en Grecia, pero   entrañaba los mismos  efectos porque, según el  expresidente, se trataba de una deuda que podría durar varios lustros con consecuencias devastadoras para su programa social. Moncloa dijo que no, pero aún así tuvimos plan de  ajuste, cambio de política económica y reforma de la Constitución. A lo que parece, Rajoy no vio mal esta  reforma, señal de que estaba  bien informado sobre la crisis  pensando ya  probablemente en su  dura reforma laboral. Poco después el PP ganó las elecciones  a resultas de una campaña de juicio final. Rajoy  no tuvo escrúpulos de aceptar los 40.ooo millones para sacar adelante los bancos. En principio dijeron que los ciudadanos no pagaríamos ni siquiera un euro de ese préstamo.  He aquí un matiz digno de ser tenido en cuenta. Mientras  a José Luis Rodríguez Zapatero le preocupa la cohesión social,  Rajoy se olvida de las promesas de la campaña como que no subiría los impuestos ni tocaría las pensiones. Para la prensa de derechas e  incluso para el Banco de España, contando por supuesto con el ánimo de  los líderes europeos que no  cesan  de ajustarnos las tuercas, España ya habría salido de crisis. He aquí un gran slogan electoralista que  repetirán hasta la náusea. 

¿El crecimiento  económico  y   la creación de empleo  son ciertos?  El asunto está en el tejado.  Sigamos  con atención  las disputas  tertulianas. Frente a ese tipo, ya de edad, bien dotado para la dialéctica, pero   sin  idea   de ciencias sociales, están los catedráticos independientes y los analistas  mejor informados . Estos últimos no son tan optimistas. Dicen que no ver ningún  elemento que nos pueda sacar de la crisis. ¿A quién creerán   los que viven de una pensión ?