Entre el vértigo y la lucidez

“Señalemos las viejas hambres de los ugetistas que parece que nunca comieron”

Kayros
23:00 • 02 dic. 2013

Quien de manera desapasionada y lejos del escándalo de gallinero de la  prensa de derechas observe la actualidad  española con perspectiva histórica encontrará  algunos datos útiles para librarse  del vértigo. Si uno  se deja llevar por lo que  aparentemente nos pasa puede equivocar  la  receta. La alcaldesa de Madrid afirma que a  un partido como el suyo se le debe  el progreso de la humanidad.  Por aquí por Almería, nuestro Rafael  Hernando sigue ejerciendo de bocazas; luego se arrepiente el hombre  pero mientras tanto tira el carro por el pedregal. En Melilla hay estos días toda una  polémica sobre  si el mejor trato a los inmigrantes es poner cuchillas cortantes que florecen como crisantemos, perdón, quiero  decir  que  abren las venas  de los subsaharianos. Cierta  gente está como  amotinada porque en la conferencia del PSOE  hablaron  de renovar el concordato con la Santa Sede  ahora que tenemos s un Papa que va hacia el rojo  como las galaxias. Respecto a la economía  nacional podríamos traer a colación unos cuantos nombres,   ejemplo   edificante  de ese delirio  enriquecedor   que atacó a la burguesía franquista tras el advenimiento de la democracia. Y como esto de amontonar pasta no es  privativo de  la derecha sino también de la izquierda, señalemos los ERES andaluces y las viejas hambres de los ugetistas que parece que nunca comieron, a lo mejor es verdad. Haríamos mal si siguiéramos  el tonto ritmo binario de preguntas como ¿quién tiene más políticos corruptos, la derecha o la izquierda? Hay por fortuna  otros  estudios más profundos y más claros. Para mí un artículo esclarecedor, publicado el 30 de noviembre en El País, se debe a la pluma de Ignacio Sotelo. Se titula “A qué llamamos franquismo” y es la historia de cómo el viejo régimen sigue marcando la actualidad. Para empezar, aquí no hubo ruptura sino consenso. La ley electoral  está pensada para facilitar una mayoría amplia en los dos partidos que hasta ahora gobiernan. El PSOE  subió al poder gracias al intento de golpe de Estado. Los socialistas modernizaron el país pero dejaron intactos los pilares del dictadura, Iglesia y poder económico. ¿Se extrañan  ahora de la Ley Wert o de la reforma laboral? En vez de socialdemocracia prefirieron el “crear riqueza” de Reagan y Tatcher. En eso iba la trampa.







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