Los voluntarios son las grandes estrellas de nuestra sociedad

En medio del negro panorama social que nos ofrecen partidos, sindicatos y organizaciones afines, aparecen de vez en cuando hombres, mujeres y hasta niños, que unidos ante un drama como es el hambre, demuestran que aún podemos y debemos creer en el ser humano. Que nuestra sociedad, aunque lo intentan cada día los partidos políticos, aún no ha perdido todos los valores. Cosa que es de agradecer en los tiempos que vivimos. Los voluntarios no recibían nada a cambio y allí estaban, repartidos en cientos de tiendas de Almería, convocados por una voz: La de la necesidad, la del hambre, la de la solidaridad con el que no tiene, con el que lo está pasando mal. ¡Dios, qué buen gente sigue teniendo Almería! ¡Qué pena que nuestros políticos no se parezcan en nada a estos voluntarios!

Y no defraudaron esos miles de voluntarios, como tampoco lo hizo el resto de la sociedad almeriense a la que aún no han machacado los políticos con sus engaños, sus olvidos, sus recortes, sus fastos y sus prebendas. Toneladas y toneladas de alimentos se han recogido, se han preparado para que lleguen hasta esos hogares que se vienen enfrentando a la crisis en las peores condiciones económicas. ¿Cómo dar las gracias a estos hombres y mujeres, a estos jóvenes, algunos niños, que dieron su tiempo a los demás sin recibir nada a cambio? Es hermoso ver la entrega de estas personas. No les habían prometido un puesto de trabajo o un escaño en cualquier congreso o administración. Sólo la alegría ante un trabajo ofrecido y bien hecho por y para los demás.

Es muy lamentable que se tenga que llegar a una situación de caridad ante las hambres de tantas familias en Almería, de tantos seres humanos. Y en ello tendrían que pensar los políticos cuando aprueban los presupuestos, suben los impuestos, dan subvenciones, no se bajan del coche oficial y malgastan el dinero público. Pero no aprenderán, ya lo verán. Ellos a lo suyo, a engañarnos,  a que les votemos en las próximas y a mandar en nuestros dineros que es lo único que les importa. Por eso viene muy bien que de vez en cuando la sociedad les dé una lección de solidaridad, de entrega. Todo lo que ellos no tienen: Solidaridad con el necesitado, entrega a los demás.

Gracias, voluntarios. Sois los mejores.