Que la Junta cumpla con la ley y pague

Poco a poco va cobrando cuerpo en toda Andalucía la idea, asumida ya desde hace años en Almería, de que la Junta ha acabado convirtiéndose en un obstáculo para el normal crecimiento y progreso de los municipios. Valga un dato fácil de de entender: A punto de acabar el año, la Junta de Andalucía debe casi 500 millones a las corporaciones locales. Y eso es un problema gravísimo para muchos ayuntamientos, que ven peligrar la prestación de servicios esenciales, con el perjuicio y el daño directo que ello provoca en los vecinos. Mientras tanto, PSOE e IU viven felices en el interior de su burbuja particular, olvidando las preocupaciones de las familias andaluzas y dedicándose a hablar de ellos mismos y de particular universo progresista. Los ayuntamientos estamos ya cansados de tanto olvido, de tanto retraso y de tanto desprecio. Y vamos a exigir a la presidenta de la Junta de Andalucía, doña Susana Díaz, que cumpla con la ley y que nos de a los ayuntamientos lo que es nuestro. Tan sencillo como eso. Pero la señora presidenta parece más ocupada por afianzar su carrera como estadista universal y no tiene tiempo para las cuestiones domésticas, siempre menos atractivas que la posibilidad de hacerse un hueco en la galería del pensamiento político contemporáneo. De hecho, Susana Díaz ha dilapidado el exiguo crédito que heredó del huido Griñán a base de mentir diariamente en su cruzada radical contra la corrupción institucionalizada del socialismo andaluz, en sus Presupuestos para 2014, en sus previsiones sobre el déficit y en sus medidas contra la crisis. Ya nadie cree a Susana Diaz cuando anuncia medidas ejemplares para obligar a la UGT a devolver el dinero dilapidado en sus groseros derroches, que salió de las arcas de la Junta. Y ahora esas arcas están vacías y la Junta no puede cumplir con sus obligaciones ante los ayuntamientos andaluces. Afortunadamente, los ayuntamientos andaluces hemos tenido en el Gobierno de Mariano Rajoy una herramienta capaz de dar respuestas y soluciones a estos graves problemas, enviando a Andalucía otros 562 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) lo que supone un nuevo aldabonazo a la insolvencia de la gestión del gobierno que preside la señora Díaz.  La de Susana Díaz está siendo la legislatura de la corrupción y durará lo que la corrupción permita que dure, por mucho que quiera disimular al afirmar que en modo alguno habrá adelanto electoral. Tiene en esta cuestión la misma credibilidad que en su lucha contra la corrupción o contra la crisis: ninguna.