Hace unos días una foto nos mostraba a la presidenta de la Junta y al alcalde de Almería en un cruce de palabras. Es de imaginar que amables, aunque un dedo levantado de la presidenta pudiera parecer otra cosa. Hablarían, supongo, de la casa consistorial y sus obras a realizar desde el año dos mil cinco y que llevan paradas unos cuantos. Es extraño que cuando se reúnen parecen amigos de toda la vida (sólo les falta una copa en la mano brindando por los éxitos) y en cuanto se alejan unos metros vuelven a las andadas, las andanadas y los aludes. ¿Cuántas fintas y cuántos regates llevan unos y otros con la cuestión de la plaza Vieja? A la propuesta de uno la contestación del otro. La propuesta lleva una pequeña trampa dentro, la contestación no le va a la zaga. Ni uno ni otro aceptan la propuesta contraria y siguen en sus trece. ¿Quién paga la vajilla rota y la que se pueda seguir rompiendo? Los ciudadanos.
¿Por qué no se dejan de tonterías, esas que sólo hacen los tontos y las tontas, y dan una solución al problema de la continuación de las obras de la casa consistorial? Si el Pp hace la obra en solitario, que es lo que persigue, deja a la Junta y a Susana Díaz ante los almerienses a los pies de los caballos y de las críticas más atroces. La postura de la Junta: Hagamos un nuevo convenio en el que salvar la cara y no gastar un euro (que ahora no tenemos y hay que seguir pagando el sueldo de los consejeros y diputados), y en el que no le demos al Pp del ayuntamiento de Almería un argumento para que nos quemen políticamente ante el monumento a los coloraos, que lo harían y con razón si se lo permiten.
Comprenderán que con estos jugadores en la cancha no parece que se pueda llegar a algún acuerdo en el que los dos no salven la cara. Y como de lo que aquí se trata es de intentar decapitar políticamente al contrario, no veo la solución cercana. Al Partido Popular le interesa la polémica con la Junta de Susana, el victimismo bien jugado ha conseguido buenos réditos hasta el momento (ahí están los resultados de los últimos años) y no tiene por qué cambiar en el futuro. Mientras la Junta, ahora de Susana, siga con la misma política ofrecida hasta hoy en Almería, los populares se sienten felices. ¿Y a todo esto que dice el Psoe de Almería? Eso, qué dice.
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