Las canteras de mármol de Macael

La Sierra de los Filabres está situada en el núcleo oriental de las Sierras Béticas. Es la continuación de la Sierra de Baza, dirección Oeste-este, que finaliza en los montes de Bedar.

En el municipio de Macael afloran los tres complejos tectónicos en que se divide la zona Bética: Nevado-Filábride, Alpujárride y Maláguide; pertenecen las canteras de Macael al complejo Nevado-Flábride. Dentro del mismo se encuentran las Unidades Tectónicas Nevado-Lubrin, Macael-Bedar y Almocaizar.

Teniendo en cuenta las características del mármol y habida cuenta circunstancias geográficas y económico-sociales que han concurrido en Macael, ha dado origen a los nombres a los diversos sectores de las canteras, se relacionan en función de su situación geográfica dentro del término municipal de Macael, es decir, de norte a sur del municipio. Son los que siguen: Rio I, Rio II, Umbria de la Pila, La Puntilla, Gran Parada; Barranco de la Puntilla, La Hoya, La Polonia, Cantera Alta, Polvorín, Fragua, El Pozo, Cañailla, Barranco Arispe, Los Azules y Rambla Orica.

El tipo de mármol blanco Macael es el blanco sacaroide, de grano duro y grueso, que por su dureza y resistencia (no se ‘abarquilla’) es idóneo para la construcción; no perdiendo el color originario con el transcurso del tiempo. También se utiliza este material para esculturas, tumbas y otros usos funerarios; y se obtienen también fregaderos, morteros y productos análogos. De la Sierra de Macael se extraen también los llamados ‘mármoles de color’. El de mayor producción es el mármol ‘gris’, llamado antes azul. Recientemente se extrae el denominado ‘anasol’, y los mármoles “amarillos” (naranja y el hueso). También el verde serpentina, en escasa producción.

El Libro de Apeo y Población de Macael de 1573, es un documento básico de legitimación de la propiedad de las canteras a favor del ayuntamiento.En el Libro constan todas las propiedades que eran de los moriscos que fueron entregados a los cristianos que llegaron al pueblo. Las llamadas ‘canteras de Filabres’ eran “libres e comunes”. No pertenecían, por lo tanto, a persona particular, a institución pública alguna, a ningún señorío nobiliario ni eclesiástico.

Como consecuencia de los efectos legales del decreto 2 de Febrero de 1837, que desarrolló con retraso los principios de igualdad y de legalidad de la Constitución de 1812, el Ayuntamiento de Macael quedó totalmente desligado de las limitaciones del Ayuntamiento de Baza; los montes comunes en donde estaban ubicadas las canteras se convierten en montes patrimoniales o de Derecho Privado para la Hacienda municipal. El artículo 7º de dicho Decreto, dice: “…quedan abolidos los privilegios llamados exclusivos que tengan por origen de señorío, como son los de agua, montes y demás…”. Desde esta fecha el Ayuntamiento exigió un “arbitrio” a los particulares que se les concedía licencia (“permiso”) para explotar una cantera.

En el año 1919 se adjudicó mediante subasta el arrendamiento de las canteras a José Martínez Cruz, ‘El Rematante’ desde entonces, por un plazo de 20 años, para una buena explotación racional y científica. Por otra parte, el Ayuntamiento estaba en una situación de deuda constante no pudiendo pagar los impuestos al Estado ni a los empleados municipales. En el 1947 la Audiencia Territorial de Granada dictó sentencia a favor del Ayuntamiento de Macael en el pleito promovido por los herederos de Antonio Ortiz Valdés que reivindicaron la propied