Una de las consecuencias más penosas de ese pacto de perdedores que generó el actual gobierno bipartito (PSOE-IU) de la Junta de Andalucía es que las necesidades e intereses partidistas de ambas formaciones han generado un carísimo e ineficaz modelo de gestión que, a día de hoy, supone la principal rémora que impide a Andalucía sumarse al camino de la recuperación económica que se adivina en el horizonte inmediato.
Así las cosas, el gobierno que preside la heredera Susana Díaz se ha caracterizado por preocuparse más de fabricar titulares políticamente correctos que de gestionar con eficacia los recursos públicos que permitan a tantas familias y empresas andaluzas mirar el futuro con más optimismo.
Red clientelar Pero las directrices de Susana Díaz son otras bien distintas: atender y mantener la red clientelar de socialistas y comunistas está, para la señora presidenta, por encima de otros intereses y necesidades. Y lamentablemente, tener a un gobierno autonómico afectado por una parálisis permanente está empezando a pasar factura a todos los andaluces.
Por ejemplo, el gobierno de la Junta ha ejecutado menos de un tercio de las inversiones previstas en el presupuesto en los primeros 11 meses de 2013, lo que refleja la desgana que caracteriza al bipartito y que no ha cambiado nada con la llegada de la presidenta designada, quien sigue la tónica habitual de los presidentes de la Junta de no cumplir con el presupuesto que aprueba el Parlamento de Andalucía. Como señalaba recientemente en rueda de prensa el secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, de los 4.869 millones de euros que contemplaba el presupuesto de 2013 para inversión, el bipartito sólo ha sido capaz de ejecutar 1.523 millones, el 31,3%.
Progreso Difícilmente podrá progresar Andalucía si en la Junta están más atentos a convertir en doña Susana Díaz en una especie de gran estadista que en trabajar por los andaluces. Mientras que el Gobierno central ha aprobado 174 leyes en dos años, la Junta tan sólo 9. Y es que según los datos de la Oficina de Control Presupuestario, a menos de 30 días del cierre presupuestario, el gobierno andaluz tenía pendiente de ejecutar casi la cuarta parte del presupuesto, 7.787 millones de euros.
Para cumplir con el presupuesto de 2013, tendrían que haber ejecutado a lo largo del mes de diciembre una media de 260 millones de euros al día, cosa que ni de lejos se produjo. Está claro: los hechos demuestran que socialistas y comunistas sólo ejecutan el presupuesto y están al corriente del pago en el capítulo de nóminas y gasto corriente. El progresismo bien entendido comienza por uno mismo.
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