Aún esperamos explicaciones sobre el disparo en el cuartel

Nos contaron desde el ayuntamiento que se abría una investigación, ha pasado más de un mes y nada se sabe de lo que ocurrió, o no se nos ha querido decir la verdad oficial de lo ocurrido. Luis Rogelio y María Muñiz guardan silencio ante una situación muy grave, por ellos mismos reconocida, pero que no quieren o no se atreven a dar a conocer. La historia la recuerdan. Un disparo que sale de una pistola de un policía, una bala que acaba en el interior del coche que usa el asesor de la concejala, un policía que hace un parte sobre lo ocurrido, unos políticos que nos aseguran que se va a conocer la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, pero que a cabo de más de un mes nada se ha dicho sobre el asunto.

En el cuartel de la policía no se ha acallado el tema. Y los rumores, las medias verdades o mentiras se abren camino mientras no se diga todo lo que se sabe sobre el caso. Una variante de lo que se comenta: Puede ser verdad, mentira o media para cada una, pero mientras don Luis y doña María sigan en su aptitud de mantener el silencio, las historias siguen caminando. El disparo se produjo una tarde-noche tras un acto de convivencia entre policías por motivo de la navidad. ¿Pues no son días de paz?¿Corrió el vino, el lingotazo entre los abrazos de los colegas? El autor del disparo, dicen que está vinculado presuntamente a un nuevo sindicato de la policía como uno de sus creadores: UPLBA. ¿Es cierto? ¿Están lanzando un bulo contra éste sindicato? Ya no extraña nada cuando de políticos y sindicalistas se trata.

En el trasfondo se dice que puede estar una promoción interna que se quiere llevar a cabo dentro de la policía sin la participación de jefatura. ¿Y los sindicatos? No parece que cuenten mucho para el verdadero jefe en que se ha convertido el asesor de María Muñiz con el apoyo unánime de todo el ayuntamiento. ¿Todo el ayuntamiento? Por lo menos tiene de su parte a Luis Rogelio, María y al gran Pablo Venzal. No hay quien le tosa, me aseguran. Se ha convertido en el dueño y señor de haciendas y vidas en la policía local. Antonio Sáez Lozano le podía contar a sus compañeros de partido algunas experiencias con la policía local, para cambiar política. Aunque el daño ya puede estar hecho.