De caseros y peleas

El gobierno de la Diputación de Almería es a la vez la oposición al gobierno de la Junta de Andalucía. Camufla su única obligación de gobernar con cualquier pelea con tal de

Diego Cervantes
01:00 • 02 mar. 2014

El gobierno de la Diputación de Almería es a la vez la oposición al gobierno de la Junta de Andalucía. Camufla su única obligación de gobernar con cualquier pelea  con tal de obtener réditos electorales. Las actuaciones de la última semana del Vicepresidente, ante el antiguo Hospital Provincial, dejan a la institución al borde del ridículo.  


Su comportamiento, está más cercano al de un casero implacable que acusa a su inquilino, que a un segundo de a bordo en el gobierno de una institución. Es lamentable escuchar a D Javier quejarse que su inquilino le ha dado las llaves sin etiquetas y que le causó el enorme problema de “mandar a técnicos de la Diputación a que las identifiquen perdiendo cuatro horas…”  .  El motivo de su comparecencia pública, era la queja sobre el estado del edificio, patrimonio histórico de la ciudad de Almería, del que nadie se ha responsabilizado nunca en recuperar, incluido el mismo y su partido el PP.


El Hospital Provincial es propiedad de Diputación. Hoy  utiliza la Consejería de Salud, una nueva construcción en la mitad no protegida. El resto, de mayor valor histórico, estuvo destinada por la Diputación como Asilo de ancianos, hasta su traslado a la actual Residencia Asistida del Mamí, esa que ahora quieren eliminar y que tanto le gustaba al alcalde. Nadie usa esa zona. La mayor responsabilidad de no recuperar un edificio tan singular le corresponde al propietario, sin olvidar  el desinterés manifiesto de la Consejería de Cultura.  Desde diversas instancias se propusieron diferentes usos públicos, desde ser sede del Rectorado hasta Centro de la Uned, sin que la institución, unas veces gobernada por el PSOE y muchos años por el PP , hiciera el menor caso. Para colmo, quieren implicar a la justicia para tapar sus vergüenzas.




Pero al margen de las responsabilidades que el pueblo de Almería tiene muy claro y que lógicamente caen sobre todos los que han gestionado el edificio, es necesario reflexionar sobre el comportamiento de muchos políticos en ejercicio que confunden la lucha partidista normal en toda democracia, con el enfrentamiento entre instituciones que no responde a ningún modelo  civilizado.  Los gobiernos están para gobernar a toda la ciudadanía, tanto a los que le votaron como a los que no. Por eso un gobernante como D. Javier no puede enfrentarse contra otra institución de forma tan burda, porque estará usando el poder que tiene de todos los ciudadanos contra los que representan lo mismo. Lo sabe su Presidente, D. Gabriel que no entra en esos debates pero usa a su lacayo para que se embarre del todo. La misión de oposición le corresponde a su partido D. Javier, a sus parlamentarios que usted sabe donde están, buscando poder interno en Sevilla. Usted sabe que en su partido , quien sube se separa de Almería y ¡Ahí se queden ustedes! Le pasa lo mismo al alcalde de Almería,  que para reivindicar que terminen la Casa Consistorial, tiene que comprar un pancarta con el dinero de todos los almerienses y ponerla en la fachada. Mal asunto Sr. Vicepresidente y Sr. Alcalde si ustedes no tienen un partido detrás que haga esa labor. Y encima, muchos aparecen recibiendo sobres en Beeeeee.






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