Los empresarios almerienses en pie de guerra ante los políticos

En un principio han tardado décadas los empresarios en reconocer el agravio que se ha cometido con Almería en lo tocante a infraestructuras. Han tenido que llegar nuevas hornadas de dirigentes para denunciar que la provincia de Almería ha venido sufriendo un agravio comparativo con el resto de las andaluzas. Lo primero que se me ocurre es preguntar ¿por qué se ha tardado tanto? ¿A qué ha venido el que los empresarios andaluces hayan estado bajo la bota del político, siendo cómplices silenciosos cuando se estaba maltratando a una parte concreta de Andalucía? Pero se ha hecho y es lo importante. Ahora se unen a los murcianos de Lorca y reclaman fechas y cantidades para el ya viejo sueño del Ave a su paso por nuestra provincia. Han sido muchos años de silencio, no sabemos si bien o mal pagado. Pero parece que eso se ha acabado. Alabado sea. Lo peor es que hablamos de andaluces, pero no debemos olvidar que en esa organización los ha habido también almerienses, y no hemos oído sus voces en décadas. Y si las hemos escuchado ha sido más bien para alabar al político de turno. El poder que da tener la llave para una subvención.

Si como parece los cambios han llegado a la organización de los empresarios andaluces, y con ello a la de los almerienses, lo mismo se abre un rayo de esperanza en el futuro de las infraestructuras de nuestra provincia. Pero para ello la denuncia de hace unos  meses y la de hace unos días no se debe quedar en titular de un día, debe ser una constante en la reivindicación diaria de toda una sociedad. Sabiendo que no podemos contar con la defensa de los partidos políticos y sus organizaciones afines, ellos van a sostener a sus gobiernos y dirigentes, habría que buscar la suma de otros sectores sociales no adscritos al poder. Lo único que pedimos, no tener que esperar otros treinta años para que los empresarios nos vuelven a decir en una reunión celebrada en Sevilla, que Almería sigue siendo la más agraviada. 

No me gustaría que estuviéramos ante una declaración de hermosas intenciones que no pasarán a mayores. Mañana el poder puede llamar a sus puertas repartiendo dones y se olviden de nuevo de ésta provincia, la que durante muchos años no parece existir para el poder establecido.