El portavoz del Gobierno de Susana Díaz, Miguel Ángel Vázquez, ha tildado de “insulto a Andalucía” unas palabras del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, pronunciadas durante la última sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados en las que éste recordó a la candidata socialista a las europeas, Elena Valenciano, (la estadista que quiere trasladar a Europa el estilo de gestión de la Junta de Andalucía) que nuestra comunidad tiene “una tasa de paro del 35%, el fracaso escolar más alto de España y un sistema de ERE falsos como el que define y caracteriza a Andalucía”. Esas fueron sus palabras. Y como por lo visto eso no es verdad y no hay miles de criaturas en Andalucía buscando trabajo, y los escolares andaluces andan disputándose con los finlandeses los puestos más altos del escalafón de los conocimientos y nunca ha habido regulaciones de empleo fraudulentas y jamás se han dado casos de sindicalistas andaluces plusmarquistas en el pelado de gambas pagadas con dinero público, los chicos y chicas del gobierno bipartito/bipolar PSOE-IU, se han puesto al borde del soponcio. Y como no dan para más, han corrido a refugiarse en ese concepto de patriotismo fétido al que históricamente han recurrido algunos canallas. Así que se han envuelto de nuevo en la bandera de todos los andaluces y han recuperado la idea de Luis XIV acerca de lo intocable que es el sol: “L,État, c,est moi” y Andalucía somos nosotros. Pues habrá que decir a los señores de la Junta que dejen de ampararse en las grandes palabras y que entiendan de una vez que no son los territorios los que delinquen, sino los golfos que se lo han llevado a espuertas. Algunos de ellos, por cierto, ocupando puestos de altísima responsabilidad en la primera fila del gobierno de ese territorio. Andalucía no es el PSOE, ni el PP, ni la Junta, ni su presidenta; Andalucía es mucho más que todo eso. No insulten a la inteligencia y al sentido común de los andaluces.
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