Por la dignidad

“¿Cómo se explica que se esté rescatando a los bancos que dejan a las familias sin techo?”

Mar Verdejo
23:14 • 21 mar. 2014

En Córdoba, Juan Sebastián Fernández Prados -sociólogo y coportavoz de EQUO Almería-, participando en la salida desde Andalucía de las Marchas por la Dignidad del 22M, me dijo: “Estamos ante un hecho histórico del país”, en ese momento nos detuvimos para retener en nuestra memoria la imagen de lo que ocurría y de la que estábamos siendo protagonistas. 


La cruda realidad, sobre la historia a tiempo real, es la que marcaba esta semana la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico): “España es el país donde más han aumentado las desigualdades sociales entre ricos y pobres con la crisis”. Estos son algunos de los desgarradores datos: el 10% de la población más pobre perdió un tercio de sus ingresos entre el 2007 y el 2010, frente al 10% de los más ricos que apenas perdió un 1%. En pleno siglo XXI estamos asistiendo a la pérdida de servicios básicos para la ciudadanía, como la sanidad, la educación, la dependencia, el transporte, la luz, el gas, las comunicaciones o los servicios sociales. En tan solo unos años hemos asistido con perplejidad al desmantelamiento del Estado del Bienestar que tardamos más de 30 años en construir. ¿Cómo se explica que se esté rescatando a los bancos que dejan a las familias sin techo? Como decía la socióloga Saskia Sassen, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales: “Pedir sacrificios mientras se rescatan bancos es un abuso”. ¿Cómo se está pagando una deuda ilegítima no contraída por la ciudadanía? El Gobierno del PSOE, con el apoyo del PP, modificaron el artículo 135 de la Constitución priorizando el pago de la deuda frente a los derechos y necesidades de las personas. 


En ese momento, la palabra austeridad cogió un macabro protagonismo y, estupefactos, asistimos a dolorosos recortes y a la destrucción del tejido social, desintegrándose todas las piezas, desde lo económico, a lo social y lo cultural. Con soberbia, desprecian el talento colectivo de toda una sociedad mientras ellos quedan inmunes ante la corrupción. El paisaje urbano grita de hambre, el trabajador ya no tiene garantía de tener una vida digna y el techo en el que cobijarse se ha transformado en frágil y efímero.  




El 22M estaré en Madrid en las Marchas por la Dignidad, pidiendo junto a miles de personas: pan, trabajo y techo, porque como decía Concepción Arenal: “La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos”. Y la dignidad es de lo poco que depende de nosotros y no nos queda otra que defenderla; y si hay que empezar a desobedecer para recuperarla lo haré. “En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad, ninguna tiranía puede dominarle” Mahatma Gandhi.






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