¿Qué nos dirán ahora?

Ayer un amigo me invitó a ver un video que recogía parte de la campaña electoral  del PP de hace dos años. Intervienen en los mítines prácticamente casi todos los altos dirigentes. La oratoria se inicia con Aznar y termina con González Pons, pasando por Rajoy, Cospedal, Arenas, Esperanza Aguirre y alguno más que ahora no recuerdo. 

En la doctrina hay un principio general que todos repiten: la subida de impuestos es una política económica aberrante que solo conduce al desempleo y por ende al suicidio de la clase media baja, sobre todo la baja porque el eslogan más seductor de la derecha en este momento era crear empleo. La campaña estaba montada básicamente en la táctica de hacer recaer sobre Zapatero toda la responsabilidad del desastre capitalista mundial porque era claro que entretenerse en los orígenes no les quitaba el sueño. Zapatero no puede ser el principal culpable  sino la víctima y cuando desde la troica le hacen cambiar la Constitución, el mismo Rajoy  piensa que esto es algo que le conviene. Hoy  conocemos los resultados de aquella campaña. La prédica  de Rajoy sobre   la bajada de impuestos en mitad de una  crisis  ¿a quién no le    agradaba? El que con su salario no puede llegar a fin de mes, el que apenas puede pagar la luz y el agua, el que tiene serias dificultades para abonar las tasas académicas vería en la llegada del PP la salvación. No me extraña su  mayoría absolutísima.

  Sin embargo toda esta Arcadia florida se sustentaba en una gran mentira. Nada más ganar la elecciones se dieron cuenta de que era preciso darle una gran vuelta  al programa.  El caso es que hoy no reconocemos la antigua política del PP. En cierto modo se parece a la de Zapatero en sus peores momentos. Se cargan la educación, la sanidad, la investigación,  suben el IVA en la cultura, los recortes  llegan  hasta los moribundos de la dependencia y  toda nuestra  ilusión es esperar el 2015 por si nuestro sistema tuviera la cortesía de crear empleo. No se me oculta que esta gente cuando suene la campanilla electoral, saldrá batiendo palmas otra vez por haber salido de la crisis. Veremos lo que dicen los hombres de negro porque al parecer debemos hasta la respiración.