Bien está lo que bien acaba

José Luis Sánchez Teruel
01:00 • 06 abr. 2014

A la vista de lo sucedido esta semana, parece que la reanudación de las obras de la variante de Roquetas de Mar están más cerca que lejos. Todo apunta a que Gabriel Amat y la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía están dispuestos a dar pasos importantes en esa dirección.


Hace unos días, desde el PSOE de Roquetas de Mar y la comarca, me pidieron que pusiéramos en la agenda política de la provincia las obras de la variante de Roquetas de Mar y vial intermedio del Poniente, para que al igual que ha ocurrido con la  autovía del Almanzora, cuya reanudación está próxima al tener garantizada la financiación europea, se consiguiera también encarrilar la continuidad de estas obras, sin duda muy necesarias.


Desde el grupo parlamentario socialista andaluz nos pusimos a la tarea y llevamos el tema al Parlamento de Andalucía para que promoviera que se cumpliera el convenio firmado por el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, que debía de aportar los terrenos, y por la Consejería de Fomento de la  Junta de Andalucía que debía de hacer la obra.




Para sorpresa de todos,  Gabriel Amat, alcalde de Roquetas de Mar - que suele presumir de ser un hombre de palabra - reaccionó a tal petición negándose a asumir lo acordado, mientras que sus parlamentarios también rechazaron cumplir con lo que establecía el convenio. Gabriel Amat dice ahora que no, que quiere que sea la Junta de Andalucía quien expropie los terrenos necesarios, incumpliendo de esta manera lo que él mismo había firmado. 


Cuando se rubricó el convenio para hacer la variante, se le ofreció al Ayuntamiento de Vícar y al de Roquetas de Mar que fuera la Junta de Andalucía quien hiciera las expropiaciones de los suelos necesarios. Antonio Bonilla aceptó y Gabriel Amat dijo que se encargaba él de poner los suelos a disposición de la Junta. Había poderosos intereses urbanísticos en la zona de las Salinas que le dolían en el alma y que había que salvaguardar por encima de  todo y de todos. 




El sí de Antonio Bonilla hizo avanzar las obras en Vícar pero la incapacidad de Gabriel Amat para poner los suelos a disposición de la administración autonómica dificultó que los trabajos siguieran el mismo ritmo en Roquetas de Mar. Sin embargo, ahora, Amat quiere hacer justo lo que hizo el alcalde de Vícar hace ya muchos años.


Tras el debate parlamentario que contó con el apoyo de Izquierda Unida y las posteriores declaraciones en los medios de comunicación, tanto Gabriel Amat como la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía han situado la variante entre sus prioridades y según se anuncia parece que las obras podrían reanudarse próximamente. Bien esta lo que bien acaba.





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