El confortable camión del tapicero

La insufrible cháchara oficial de las administraciones ha alcanzado, de la mano de la Junta de Andalucía, cumbres de flamígera inutilidad que asombran a cuantos las leen y entontecen a cuantos las pronuncian. Una de las últimas (en su acepción de “más reciente”) muestra la tenemos ahora aquí cerca, en el hospital de Torrecárdenas, para el cual ha diseñado el Servicio Andaluz de Salud un nuevo cargo (único en toda Andalucía) que responde al expresivo nombre de “Jefe de Confortabilidad”. Ahí es nada. Según cuenta el portal “Noticias de Almería”, este nuevo puesto vendría a engrosar el grupo de los cargos intermedios en una administración afectada severamente por los recortes y tendría, como áreas de competencia, “la visión, misión y valores de la Sección de Confortabilidad e Infraestructuras y su incardinación con los valores del Sistema Sanitario Público de Andalucía”. Llámenme loco, pero todo este farragoso traje administrativo parece tan cortado a la medida precisa de alguien que, francamente, creo que incurriríamos en el capítulo de la descortesía si no felicitásemos ya mismo y de antemano al agraciado o agraciada. Pero lo relevante de todo esto es que no deja de sonar a pitorreo que desde Torrecárdenas se jerarquice de este modo la incomodidad reinante en la mayoría de servicios, sobrepasados y colapsados a pesar del buen hacer y admirable temple del personal sanitario. Así que si de verdad lo que quiere el Servicio Andaluz de Salud es mejorar las condiciones de acomodo y estancia de los pacientes, que en muchos casos han de pasar largas y tensas horas en un simple sillón, lo que tendría que haber hecho en lugar de inventarse un nuevo cargo es haber contactado con un profesional más adecuado a la altura del reto requerido: “Señora, ha llegado a este hospital el camión del tapicero. Se tapizan sillones de espera sanitaria en alegres colores a juego con el color de la sala de espera”. Andalucía, de lujo.