De turismo en la isla de Almería

El ministro José Manuel Soria, por aquello de las responsabilidades que guarda en el interior de su cartera, ha visitado Almería como quien viene de turismo: buenas palabras por aquí y por allá, unas fotos y poco, muy poco, más. La sensación que deja en la provincia es la misma que otros compañeros de su gobierno han dejado crecer entre los almerienses, alejando unos cuántos kilómetros más Almería de Madrid.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, por lo tanto, no ha sido más, tampoco menos, que Cristóbal Montoro o Ana Pastor, a los que el PP de Almería tuvo que ir a ver para intentar arrancar algún compromiso del Gobierno con la provincia.

 El resultado de aquellos viajes y de esta visita ha sido exactamente el mismo: ríos de tinta que bañan páginas de periódicos para terminar desembocando en un mar más seco que el Aral. 

José Manuel Soria, sin embargo, nos dejó una impagable reflexión ante las quejas de los empresarios del sector turístico por la situación de inferioridad de Almería con respecto a otras provincias vecinas- como Granada o Murcia- en las que, al contrario que aquí, sí continúan las obras para la llegada del Ave. 

El ministro, que debió tragar saliva ante el panorama que tenía por delante, aseguró, según recogió La Voz de Almería, comprender perfectamente a los almerienses por ser, además, originario de las Islas Canarias… ¿? 

Bueno, pues ya que somos oficialmente isleños, al menos de espíritu, el Gobierno tendrá que ir pensando en subvencionarnos el transporte aéreo, tal y como ocurre en Canarias, y en aprobar un régimen económico-fiscal especial para la provincia que subsane las carencias que determinan nuestra posición insular. 

Imagino que el ministro, de vuelta a Madrid, le estuvo dando vueltas a esta idea y en el próximo Consejo de Ministros la vicepresidenta del Gobierno, con la intensidad que le caracteriza, anunciará este paquete de medidas extraordinarias para la provincia.