La risa floja

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ve ‘mucha más alegría por las calles por el fin de la crisis’, lo que ha provocado el aplauso generalizado de todos los que, aun trabajando, no llegan a final de mes. Desconocemos en qué calle ha encontrado ese júbilo si tenemos en cuenta que todo lo que podía subir, excepto los sueldos, ha subido gracias a la inestimable acción de su Gobierno.

Un repaso ligero por aquello que ha incrementado el precio desde que el Partido Popular ganó las elecciones, pone de manifiesto quién está pagando realmente todas las facturas de la salida de la crisis y la supuesta recuperación económica a la que se refiere el Ejecutivo del Partido Popular.

Una de las medidas más injustas y que mayor calado han tenido en el bolsillo de los ciudadanos fue la subida del IVA, esa que el propio Mariano Rajoy definió, cuando aún estaba en la oposición, como “el sablazo de mal gobernante a los ciudadanos”. El presidente se comió sus palabras nada más pisar la Moncloa e incrementó el tipo general en tres puntos, lo que ha tenido un efecto devastador en las economías familiares, especialmente en aquellas cuyos ingresos son pequeños o inexistentes. 

También subió el impuesto sobre las rentas del trabajo (IRPF), rebajando de esta manera el salario de los trabajadores, la Contribución (IBI) en la mayoría de los municipios, e introdujo el repago sanitario, que obliga a los pensionistas a pagar por las recetas cuando nunca lo habían hecho. Además, sacó del sistema público más de cuatrocientos medicamentos muy comunes que ahora hay que pagar íntegramente. 

Si a todo esto le añadimos las constantes subidas en el precio de la Luz, el gas, el teléfono o el agua, hagan cuentas y verán cómo les entra la ‘risa floja’ al escuchar la incomprensible reflexión de la vicepresidenta y comprobar hasta dónde ha llegado el ‘meneo’ que nos han metido entre pecho y espalda.