Señoras y señores

Kayros
23:35 • 22 may. 2014

Creo ver un Cañete ya cansado del tragín de la campaña. Un hombre de su edad con varios mítines diarios, llevado de aquí para allá bajo el ajetreo de los discursos , comiendo mal y pronto entre aplausos y gritos de reprobación, puede hacerle acabar la jornada un pelín zumbado. Recordemos que su metedura de pata con Elena Valenciano, de la que tanto han hablado las mujeres que no olvidan, se debió, según el propio candidato popular, a la improvisación del momento. Un poco asustado por la repercusión en la eurozona, pidió al fin perdón con gestos de no volver a hacerlo. No obstante en Valencia repetió otra vez que ganarán las elecciones europeas, “como unos señores”- No pierde Cañete esa veta de clasismos congénito de ser el mejor, el más capacitado intelectualmente, el que mejor conoce los problemas de Europa. También Rajoy sale en defensa del jerezano mentando la herencia recibida y exigiendo a los socialistas que se “regeneren”. Inevitablemente la frase trae un eco de ese otro modismo vulgar que pide primero enjuagarse la boca antes de hablar. Pero observen que estamos en Valencia, autonomía de la derecha, región donde brotó la supuesta trama de corrupción más grande que conocemos. El Juez Pablo Ruz amontona pruebas sobre financiación ilegal del Partido Popular. Retornan las acusaciones de sobresueldos y pagos a cargo de la caja B de Bárcenas. Pues bien, como el que quien oye llover. Estos señores y estas señoras no se inmutan. En la Edad Media estaba el señor del castillo con derecho a todo incluída la “prima nocte” matrimonial de sus súbditos. Luego estaban los siervos de la gleba. A cambio de la seguridad material tras la muralla, tenían que aceptar cualquiera humillación de su Señor . Así eran las cosas tras el hundimiento del Imperio romano. Hay quien no parece haberse dado cuenta de que vivimos varios siglos después de aquello. Hoy los siervos de la gleba saben leer, gritan en la calle, se organizan en sindicatos y manifestaciones, se oponen a los desahucios y los viles robos de Bankia. Nada repugna tanto hoy día como que exista una justicia para señores y otra para esclavos, una ley para los ricos y otra para los pobres, unos privilegios para los hombres y otros para las mujeres. No y no , Señores .En Europa etas falacias ya no cuelan.







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