El doble rasero socialista

Sigue ofuscado el grupo municipal socialista y su portavoz, Joaquín Jiménez, empecinado, en hacer lo blanco, negro. Continúa por la senda del “critica que algo queda”, confundiendo a los almerienses con la intención de alcanzar un rédito político que, a fecha de hoy, les ha sido imposible obtener por el camino del trabajo. 

Lo vuelven a hacer a vueltas con los errores de la Dirección General del Catastro y con el anuncio realizado por el alcalde de que este año bajará el IBI. “A cada uno lo suyo”, argumenta el señor Jiménez. Sea. Desde la realidad, señor portavoz, no desde la demagogia que tan bien representa. 

Han sido las sucesivas bajadas municipales en el tipo de gravamen y la decisión de acogernos, junto a Toledo, a la oportunidad ofrecida por el Gobierno de Mariano Rajoy de reducir el valor catastral de los inmuebles, que en Almería alcanzará un 27 por ciento, lo que va a posibilitar que este año los recibos de la contribución se reduzcan entre un 1 y un 15 por ciento.

Debiera conocer el señor Jiménez que el IBI es un impuesto de devengo anual. Tomada la decisión en 2013, su entrada en vigor no es efectiva hasta el ejercicio siguiente. 

Más que electoralista, como califica el PSOE, la medida responde al cumplimiento de un compromiso con los ciudadanos y a una gestión seria y rigurosa de las cuentas municipales, mal que le pese a la oposición, que no mide con el mismo rasero a la Junta de Andalucía cuando de dar tregua al bolsillo de los andaluces se trata.

En el último Pleno municipal el señor Jiménez y su partido se quedaron solos al oponerse a pedir al gobierno andaluz que no incremente el coeficiente que aplica a los valores catastrales actuales de nuestras viviendas del 1,03 al 1,24 por ciento. Vamos, lo que se dice “predicar desde el ejemplo”. 

De llevarse a cabo este incremento prácticamente quedaría anulada la bajada de impuestos como el de sucesiones, donaciones, plusvalía, transmisiones, declaración de la renta e IBI. Como a cada uno le corresponde lo suyo, al PSOE le toca explicar por qué está en contra de los intereses y de los bolsillos de los almerienses. 

Quiero recordar al señor Jiménez que sus iniciativas relativas a la solicitud de revisión de la ponencia de valores, que fue aprobada en 2007 por el entonces negador de la crisis y nefasto presidente del gobierno, el señor Zapatero, y que supuso un incremento importante en todos los valores catastrales, con la consiguiente subida de todos los impuestos, incluido el del IBI, fueron rechazadas por el Ayuntamiento, además de por demagógicas, por razones de eficiencia, ya que hubieran supuesto, sin duda, un retraso en las intenciones de este Equipo de Gobierno en bajar los impuestos.

Optamos entonces por acogernos a la opción más rápida y menos gravosa para el Consistorio, y por ende para los propios almerienses, y solo desde una gestión seria y rigurosa, como la que está llevando adelante nuestro alcalde, Luis Rogelio, podemos hacer frente hoy a errores cometidos por otras administraciones, como ha ocurrido en el caso del Catastro, y proceder a las devoluciones de lo cobrado de más. 

Gracias a ello, también podemos reducir los impuestos, como ocurrirá este año en el caso del IBI, si la Junta no lo impide. Y afrontar obras que, correspondiendo a la Junta, las tiene que ejecutar el Ayuntamiento porque si no se eternizan. E incluso hasta podemos pagar al bipartito socialcomunista la expropiación de la Plaza Carabineros de El Zapillo para que el Ayuntamiento pueda ampliarla y abrir la Avenida Cabo de Gata al mar ante la negativa del gobierno andaluz a cederla a la ciudad. Esto, adem