Me resulta de lo mas insólito y cicatero el programa de la proclamación del Rey Felipe VI. Parece mentira que Gobierno y oposición no se hayan puesto de acuerdo para haber hecho una buena puesta en escena a la coronación del Rey, porque aquí mucho cuento de la marca España y cuando hay una ocasión única de vendernos más, lo tiramos por la borda. Esto no tiene nombre en una España tan derrochona, con lo fácil que hubiese sido cargarnos a cada español medio euro, o sea, 50 céntimos, que cualquiera dejamos en el platillo al tomar café y esos cincuenta céntimos sobre una población de cincuenta y tantos millones de españoles hubiese dado veinte tantos millones de euros, con lo que se hubiesen hecho unos fastos de fiestas con todas las realezas, presidentes de repúblicas y jefes de gobierno, que el resultado a final de año es nada sobre nada.
Pero los políticos españoles parecen tener una mieditis arraigada, que temen más a los no votos que a dejar a España en el lugar que se merece porque la monarquía nos cuesta muy baratita a los españoles y aunque la casa real por prudencia o porque la tienen demasiada recortada de presupuesto hubiera dicho que no, para eso están los políticos y salir al paso y haber preparado unas grandes fiestas que nos hubiera aportado caché a nuestro país y de paso negocios de hostelería, transportes y tiendas de souvenir y moda.
Pero parece que se nos cierran los ojos cuando se trata de la Corona, cuando una república costaría como mínimo diez veces más.
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