Habitualmente confiamos en quienes pueden ayudarnos en momentos de necesidad y buscamos que nos orienten o solucionen algún problema; lo que no solemos hacer es acudir a quien nos busca otros nuevos. En esta tesitura, no es de extrañar la desafección política que vive nuestra sociedad. ¿Hay quien piensa que a quienes están sin trabajo, sin prestación, sin nada que dar de comer a sus hijos, les importa la idoneidad de la Monarquía o la República, o si en el PSOE hay primarias? Estas personas lo que buscan desesperadamente es a ese amigo que le solucione su problema vital.
Así que uno se alegra cuando ve medidas como las puestas en marcha por Susana Díaz en Andalucía con el Decreto de inclusión Social y el de Empleo joven. Con ellos se atiende especialmente a los colectivos más vulnerables, a desempleados que no reciben prestación y a familias con todos sus miembros en paro. Una oportunidad para mejorar asistencias sociales, ayudas a domicilio, gestión de residuos, protección del medio ambiente,… Las personas quieren un empleo, sentirse útiles, no estar subvencionadas sin más, y estas medidas buscan aquello, porque la solidaridad es la seña de identidad de cualquier sociedad que se precie, de ahí que se vuelva a incluir la atención alimentaria en comedores escolares a unos 3000 niños de nuestra provincia que, de otra forma, estarían malnutridos.
Por eso no se entiende que el PP quiera boicotear estas medidas, posicionándose en contra de los más desfavorecidos. El Alcalde de Almería ha dicho que, aun teniendo fondos para llevarlo a cabo, no lo hará hasta que la Junta dé por adelantado la cuantía correspondiente. No son de recibo estas declaraciones cuando, para colmo, la Junta se compromete a adelantar hasta el 75 %. Pero ¿se puede ser más insensible?, están jugando con la vida de las personas, con niños, con jóvenes, con mayores, ¿sabrá Rodríguez-Comendador lo que es ser un servidor público?, igual la ciudadanía debe recordárselo.
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