Junta y Consejo de Sierra Nevada: Alpujarra Patrimonio Mundial

La compañera Eva de la Torre nos exponía hace unos días en las páginas de La Voz la dura realidad del patrimonio en extinción que se está viviendo en la Alpujarra almeriense. La tristeza que se siente en estas alturas de nuestras sierras es que la Junta y sus satélites en Almería no parecen enterarse de lo que ocurre, y como sólo leen lo que les lleva el asesor de prensa, siempre lo positivo y bueno que de ellos se escribe, no deben conocer lo que Eva nos contaba de esa Alpujarra que se nos desangra en Laujar o Fuente Victoria. Dos ejemplos que valen por sí solos para que algún político, si tuviera vergüenza, se iba a su casa tras más de treinta años en el poder.

No podemos exigirle al consejo de Sierra Nevada, reunido en Laujar, que sepa las vicisitudes por las que pasa la parte almeriense de las Alpujarras, pero a la junta y a su consejera de medio ambiente sí se lo debemos y podemos hacer. No se puede permitir que venga a Laujar, se haga una bonita foto en el río, nos hable de una Alpujarra patrimonio mundial y ni siquiera gire visita ni diga lo más mínimo sobre esos edificios, palacios y conventos históricos que se están cayendo dentro de esa Alpujarra que dicen querer tanto cuando la visitan, pero que olvidan en cuanto acaba el recorrido con la foto para la prensa. Se les llena la boca a estos políticos junteros de grandes proyectos para el desarrollo de este espacio singular (supongo que también para sus vecinos) pero no parecen conocer la realidad diaria de lo que en él y en sus centenarias piedras se está viviendo. Con  lo fácil que lo tenían leyendo el trabajo de la compañera Eva de la Torre. 

Más grave sería que lo hubiera leído y que durante la visita la señora consejera hubiera pasado de puntillas, o puesta de perfil sobre ese y otros problemas que tiene nuestra Alpujarra. Aquí, lo único que parece importar a la consejera de Medio Ambiente es tirar el Algarrobico, al Cortijo del Fraile que le den viento fresco diga la justicia lo que diga, al palacio del Almanzora por el mismo lado, etc. Es lamentable que en este país sólo haya dinero para derribar, no para mejorar o rehabilitar el patrimonio. Nos costará a los ciudadanos un paperío tirar el Algarrobico, que ellos, los políticos de la Junta permitieron, pero no hay ni un euro para ese patrimonio en extinción.