Costacabana y El Toyo, playa para siempre

La primera visita que realicé como concejal fue a Costacabana, acompañado por los vecinos, que por entonces se encontraban profundamente preocupados por la situación en la que estaba su playa y su incierto futuro. Esa primera visita se convirtió también en el primer compromiso que adquirí públicamente: trabajar hasta lograr que el Gobierno diera solución definitiva a la regeneración de la playa.

Hasta ahora, cada año se invertía mucho para que la playa de Costacabana pudiera ser utilizada, pero el viento y las olas del primer temporal se llevaban el esfuerzo, tiempo y dinero.

A pesar de no ser una competencia municipal, desde el Ayuntamiento nos comprometimos con los vecinos a que antes de que acabara la presente legislatura, Costacabana tendría sobre la mesa una solución definitiva para su playa y a cambio pedimos a los vecinos una sola cosa: paciencia. Ambos hemos cumplido. Debo reconocer que me hubiera sido mucho más complicado cumplir mi parte del acuerdo sin la intervención del alcalde, Luis Rogelio, quien, en su condición de senador, se implicó directamente reuniéndose con el director general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Pablo Saavedra. Por eso no le gusta a la oposición que el alcalde sea senador, porque está consiguiendo muchas cosas para la ciudad. Ahí está también la prolongación del Paseo Marítimo o el futuro Parque de la Estación. ¿Pero quién entiende a esta izquierda a la que le molesta que la ciudad mejore?

Volviendo a Costacabana. Ya sólo falta decidir cuál de los cinco proyectos es el más adecuado para Costacabana, y para El Toyo, que también se incluye, donde casi con total seguridad se optará por la construcción de espigones. Pero lo que es seguro es que para el verano de 2016 los problemas serán ya historia.

Es una gran satisfacción comprobar cómo Costacabana, uno de los barrios más singulares, y El Toyo, la urbanización turístico residencial de referencia, tienen encauzada la solución a sus playas. Para siempre.