Humillados, ofendidos, confundidos

“Humillados y ofendidos” es el título de una de las novelas más conocidas de Dostoyevsky, ese gran creador de tostones tristes y turbulentos, en la que los lectores más constantes podrán encontrar melancólicas descripciones de lo mal que se vivía en la Rusia de los zares. Y no es que quiera hablarles ahora de literatura pre-soviética, sino que recupero el argumento del PSOE almeriense anunciando que va a pedir a los europarlamentarios socialistas que pongan a Almería como ejemplo de “provincia humillada” por el gobierno del PP. Y nadie mejor que el protagonista de la iniciativa, el senador Juan Carlos Pérez Navas, para impregnar de languidez siberiana esta nueva ocurrencia. Pero claro, no sé cómo sentará esta petición a los europarlamentarios socialistas, que en estos momentos reciben críticas de media Europa después del postureo que tuvieron en la elección del presidente de la Comisión por orden directa de Pedro Sánchez. Pero sobre todo, quizás haya alguien que en un alarde de sentido común recuerde a los eurodiputados socialistas que ellos son compañeros de partido de quienes, hablando de humillar provincias, trajeron diez años más tarde de lo prometido la A-92 a Almería; han prometido e incumplido poner en marcha un hospital materno infantil y una facultad de Medicina en Almería o mantienen desde hace años en estado de ruina y postración la restauración del Ayuntamiento de la capital y han maniobrado todo lo que han podido, y más, para no dejar instalarse al Corte Inglés en Almería y que, por ejemplo, tienen a miles de niños almerienses estudiando en barracones. ¿De verdad creen los compañeros de partido de la presidenta de la Junta de Andalucía que pueden hablar de humillaciones a Almería y salir indemnes? A ver si, hablando de Dostoyevsky, vamos a pasar de “Humillados y ofendidos” a “Crimen y castigo” que es bastante mejor novela.