Hace unos días, en la BBC, se entrevistaba a un gurú de la City londinense que se mostraba abiertamente en contra de la política de su gobierno y llegaba a afirmar que Gran Bretaña había jugado sucio con Europa haciendo siempre lo que le daba la gana. Y naturalmente tenía razón. Desde el viejo Mercado Común a la disparatada Unión Europea actual, a Gran Bretaña se le ha consentido todo y los sucesivos gobiernos de Su Graciosa Majestad han barrido para casa siempre que les ha convenido, desde conducir por donde nadie conduce hasta pasar olímpicamente del euro y no cumplir sentencias del tribunal de Estrasburgo. ¿Y por qué? Porque se trata nada menos que de la Gran Bretaña, la aliada de los EEUU y que, por mantener, mantuvo hasta la extenuación a un régimen tan absolutamente inmoral como la Sudáfrica del apartheid.
Ahora le ha tocado el turno a Gibraltar, ese sitio donde cada uno de sus habitantes deberían fumar 180 cigarrillos al día y en la que cada gibraltareño debería tener casi una empresa a su nombre. El caso es que Bruselas reconoce ahora que "hay motivos para creer que los delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales afectando a los intereses financieros, o de otra índole, de la Unión Europea han sido cometidos en Gibraltar" y por lo tanto "recomienda la apertura de diligencias judiciales tanto a España como al Reino Unido". Una de hormigón y ahora una de cal. Es igual, nada va a cambiar salvo que los controles por parte de España se vuelvan otra vez insufribles. Y ese es el problema verdadero: mientras sea los españoles los que van a trabajar al peñón y los gibraltareños los que tiene casa en Sotogrande, la balanza nunca se va a compensar.
Hoy el Campo de Gibraltar vive la crisis con la misma o mayor intensidad que el resto de Andalucía y que el resto de España. Moralmente la hábil perspicacia de Bruselas reconociendo ahora que "hay motivos para creer que los delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales afectando a los intereses financieros, o de otra índole, de la Unión Europea han sido cometidos en Gibraltar" no va a cambiar nada. Tampoco reunirse con Picardo y menos aún aquel disparate de las negociaciones a tres bandas que lamentablemente admitió y bendijo Zapatero. Habrá que negociar, claro, pero sin olvidar que Gran Bretaña da el título de "Sir" incluso a los piratas.
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