¿Regalo o derecho?

Como la electricidad y más aún el agua se han convertido en bienes de primera necesidad, tenemos la obligación de exigir a quienes gobiernan que regulen el acceso a todos los ciudadanos a estos bienes, especialmente a los más perjudicados por una cirial de la que solo son víctimas y lo mismo que se da un trato exquisito a las víctimas de ETA, hay que dar un trato especial a las víctimas de un sistema por el que se empobrece a los ciudadanos para enriquecer a los ricos.

Se trata de Justicia Social, no de una excepción, y exactamente eso es lo que ha pasado en Almería con los vecinos del barrio de Los Almendros. El equipo de Gobierno se ha comprometido con ellos a  procurarles ambos servicios y han pedido corresponsabilidad a la Junta como propietaria de las viviendas.

¿Qué ha sucedido, ha habido un cataclismo que ha destrozado las tuberías y las líneas eléctricas? Pues al parecer no, se ve que según afirman algunos vecinos “el enganche” era la forma habitual de tener energía eléctrica y el agua no la pagaban, por lo que las privadas compañías que suministran estos servicios no han tenido más remedio que cortar el suministro, como a todo hijo de vecino. No tengo nada en contra de las personas que viven en un barrio deprimido, con lo que no estoy de acuerdo es con que se haga una excepción, en lugar de hacer una regulación. ¿Si una familia que vive en la calle Chantre o en la Carrera del Perú no tiene ningún ingreso o cobra la ayuda de los 430 euros y deja de pagar luz y agua, qué pasa? ¿Es que tienen menos derechos que los otros, o se trata de un tremendo agravio comparativo? ¿Xenofobia, racismo, clasismo, injusticia? Quienes tienen el encargo de todos de gobernar para todos, no pueden gobernar arbitrariamente, porque desde que se presentan al cargo y lo aceptan voluntariamente, tienen la obligación de gobernar con justicia. Eso es lo que pedimos desde el Partido Andalucista, que se gobierne igual para todos, que nuestro Ayuntamiento en la gestión del agua, regule el acceso aen calidad y cantidad mínimas, pues es uno de los derechos que la ONU reconoce para todos los seres humanos.