Semana Grande Si el cuerpo le pide marcha... ¡a la feria! Días para eso son

Juan Torrijos
22:58 • 22 ago. 2014

En Almería el año lo dividimos en tres grandes efemérides: Navidad, Semana Santa y Feria. Y estamos en la más festiva y marchosa. No cabe duda de que la Feria, como cualquier otra celebración que vivamos, depende y mucho del estado de ánimo, de los cuartos que tenga uno para gastarse y de la capacidad de aguante de nuestro cuerpo. 


No es lo mismo la Feria a los veinte-treinta como a los sesenta años. A los segundos con un par de días de asueto el cuerpo se les queda ‘apañao’, a los primeros les faltan días y noches donde gastar la vitalidad de sus pocos años. Para ellos se hace la Feria. Pues nada, a vivirla con la intensidad de que algún día, que tarde mucho, aunque llegará inexorablemente, con un par de noches tengamos bastante. Por unas horas, días o noches olvídese (si puede) de los problemas y de los que nos los crean.


Pongamos la mente en blanco y demos gracias al mundo por andar por aquí con ganas de rompernos el cuerpo en noches deFeria, copas de vino y chocolate con churros con los que superar y apagar las moscas que a esas altas horas se meten en el estómago. Pero antes hay que darse una vuelta por la caseta del PSOE y disfrutar de sus cubos de cerveza, tomarse un mojito con Rosalía Martín en el rincón cubano que organiza Izquierda Unida en su caseta y acabar la noche en La Voz de Almería con la foto y los primeros o últimos cubatas de la noche.




En medio saludar a los amigos del Trinquete, la caseta de Feria por excelencia de la noche almeriense, darle un abrazo a María José Marín y a Josefo en la del CSIF, sin olvidarnos de los vinos de Cariñena. ¡Qué invento, hacer que bebamos en feria un vino que en ningún otro momento lo haríamos! Dicen en el ayuntamiento que este año se han recuperado casetas que el pasado no estuvieron. Me alegro de la recuperación, el año pasado fue una de las ferias más tristes de los últimos años. 


Aunque tengamos en cuenta que la alegría o la tristeza es un estado que va con cada uno. Seguro que miles de almerienses disfrutaron en 2013 con la misma alegría que van a vivir esta, sin pensar en más o menos casetas, más o menos ciudadanos. Seamos por unos días como los últimos y vayamos a la feria con la alegría por bandera y dejemos para septiembre las cuitas, políticas o laborales, que rodean nuestra vida.






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