Alberto se siente solo

LAlberto tiene 38 años. Está soltero y no tiene hijos. Vive en Almería y trabaja en el sector inmobiliario desde hace más de 11 años. En su vida privada ha aprendido que independencia y soledad son las dos caras de la misma moneda y que como dijo Chavela Vargas, "las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes". Reconoce haber conocido a mujeres únicas, "por su particularidad, por su discreción; admirables por sus objetivos en la vida..." pero aún no la ha encontrado. Alberto dice que llega un momento en que "sólo das vueltas en un círculo viciado buscando lo que ya no vas a encontrar entre los conocidos y es entonces cuando hay que salir de la rueda". Busca una mujer para compartir su vida y tiene la certeza que de lo que espera vendrá. Hace unos días, con motivo de su cumpleaños, invitó a su casa a varios de sus mejores amigos y a cada uno de ellos les pidió un regalo de incalculable valor y que, además, tuviera que ver con el amor. El obsequio del primer amigo fue la recomendación de una película francesa titulada "Paris, je t,aime" , de 2006.  La historia cuenta que en París el amor está por todas partes: "en sus bares, en sus cafés, bajo la Torre Eiffel incluso en el metro... ambientada en uno de los barrios de la ciudad está inspirada en imágenes sobre la alegría de vivir, inesperados encuentros y, especialmente, sobre el amor". Todo ello acentuado con la canción "La même histoire". El siguiente amigo, un admirador de Bob Marley, regaló al anfitrión una frase que leyó en un muro de la Playa de las Conchas, en el Paseo Marítimo de Almería, en la que el cantante se refería al respeto en el amor: "La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor de una mujer sin tener la intención de amarla", decía. Otro amigo le recomendó admirar el cuadro del pintor Garren titulado, "Como podré olvidarte", por la verdadera mirada de la mujer del cuadro. También le sugirió el amor de Ana María Matute hacia las palabras. La escritora catalana, Premio Príncipe de Asturias, consideraba a la palabra como la expresión más grandiosa de los humanos: "La palabra es la alarma de los humanos para aproximarse unos a otros. Es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos". Su último amigo guardó para el final una referencia del filósofo Epicuro sobre le felicidad y los amigos recogida por Alain de Botton, y decía así: "Epicuro creía que los amigos traen la felicidad, la diferencia es que él pensaba que para conseguir la felicidad no bastaba encontrarse con los amigos de vez en cuando. Serían compañeros permanentes. Eso era lo que distinguía la idea que Epicuro tenía de la felicidad. El filósofo aconsejaba no comer solos, ni siquiera un aperitivo. Su frase más conocida en este contexto era: "Antes de comer o beber cualquier cosa piensa en compañía de quién vas a hacerlo más que lo que vayas a comer o a beber". Después de mucho hablar Alberto y sus amigos tomaron unas copas.