Raquetas, rábanos y hojas

Jose Fernández
22:05 • 25 sept. 2014

El ansia de polemizar que ha acometido a la sociedad española en los últimos años ha encontrado en el feminismo militante una de las agarraderas más polivalentes: de hecho, cualquier asunto puede ser abordado desde la llamada “perspectiva de género” de tal modo que, aunque se desvirtúe la raíz de la controversia, siempre podrá cogerse el rábano por la hoja políticamente correcta. Les cuento esto ahora que los aficionados al tenis vivimos con cierta preocupación la situación del equipo español de Copa Davis, recientemente descendido de la Categoría Mundial tras su desastrosa eliminatoria contra Brasil. Pues bien, todo el pulso, la tensión y el debate mediático relativo a esta situación se centra en unas declaraciones del entrenador del tenista Rafa Nadal acerca de la inconveniencia de la elección como nueva capitana de la Armada de la ex tenista Gala León que, según la mayoría de tenistas, carece de la preparación suficiente para asumir este cargo en un momento tan exigente. Pero el salto de esta cuestión menor a las portadas se explica en que el entrenador añadió a su lista de motivos para estar en contra de la nueva capitana alguna apreciación acerca de la intimidad masculina de los vestuarios. Esa majadería (oportunamente despachada por la señora León en diez segundos) ha bastado para convertir una cuestión estrictamente deportiva en la habitual turbamulta de apelaciones a la dignidad de la mujer, la abominación del sempiterno machismo y otras destilaciones de manual que entretienen a mucha gente, pero que distraen del objetivo final que no es otro que reconducir la situación del equipo español de Copa Davis en 2015. Pero ya digo que el disparate nacional ha llegado al momento de establecer el debate de la idoneidad de las personas para un puesto no en su curriculum, sino en su sexo. De locos. Y de locas.







Temas relacionados

para ti

en destaque