El ‘Chiki-Chiki’ de Cañete

Llámenme loco pero el examen final de carrera de Miguel Arias Cañete en la Eurocámara para pasar la reválida de comisario de Energía y Clima me ha recordado al reguetón con el que Rodolfo Chikilicuatre dejó boquiabierta a media Europa. Ver al exministro de Agricultura interpretar esa suerte de versión del “Baila el Chiki-Chiki” con tanta soltura ante las preguntas que le fueron formulando los eurodiputados, ha estado a la altura de nuestros más ilustres representantes en el Festival de Eurovisión; no digo más.

Su puesta en escena, dominando además varios idiomas, superó cualquier expectativa previa. Para no responder sobre la venta de sus acciones en dos petroleras utilizó el ‘Breikindance’, dando vueltas sobre sí mismo con la idea de no llegar a ninguna parte. También se hizo un ‘Maiquelyason’ al pedir disculpas por su comentario machista durante la campaña electoral y el ‘Crusaíto’ con su, digamos, despiste por lo que cobró del PP y se olvidó incluir en la declaración de intereses económicos ante el Parlamento europeo. El ‘Robocop’ lo dejó para el final, cuando se enteró de que tendrá que ir a la repesca tras no convencer a nadie con sus evasivas explicaciones.  

Rajoy se hartó de proclamar a los cuatro vientos que Arias Cañete era el mejor candidato. Incluso cuando el propio defensor de los yogures caducados daba claros síntomas de no tener el más mínimo interés en abandonar el Ministerio de Agricultura, el presidente del Gobierno lo nominó a pesar de conocer de primera mano su repertorio. 

En Europa, que esto de la transparencia lo llevan escrito en la frente, sin embargo esperaban con ganas al exministro español por otras razones. 

También es verdad que, aunque bordó el Chiki-Chiki, el repaso que le dieron varios eurodiputados se pareció mucho más al que sufrió Remedios Amaya y sus cero puntos con aquella  “ay, quién maneja mi barca, que a la deriva me lleva…”.