Ni una puñetera magdalena

Uno de cada cuatro niños vive hoy en España por debajo del umbral de la pobreza, tal y como se desprende del último Informe que sobre su situación ha realizado Unicef. Según esta entidad, los niños son significativamente más pobres y se da la circunstancia, advierten, de que el número de los que asisten al colegio sin desayunar ha aumentado últimamente de manera significativa.

Coincide en el tiempo este análisis de Unicef – cuyos datos viene desacreditando el ministro Montoro porque debe de vivir en otro mundo –  con otras cifras que han tenido un mejor encaje en los titulares de muchos medios de comunicación. Me refiero a los test de estrés que han superado los bancos españoles y que han llevado al presidente del Gobierno a decir que “el sistema financiero español está estupendamente”.

Lo que para la banca y para Rajoy son muy buenas noticias, para el resto del personal las cosas siguen estando hoy, a esta hora, como lo han estado en los últimos años, malamente.

El estrés de los ciudadanos no hay test que lo corrobore. No hay análisis o estudio que determine la angustia que gestionan muchas familias a la hora de la cena o en el desayuno, cuando tienen que mandar a sus hijos a la cama sin comer o al colegio sin una puñetera magdalena. 

Cruz Roja alertaba hace tan solo unas semanas que ha aumentado sus atenciones en Almería un 300 por cien desde la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008 que desembocó en esta crisis que se ha llevado por delante precisamente a quienes no colaboraron en engordarla. Nuestra provincia, ya ven – esa Almería en la que los dirigentes del PP ven más alegría en las calles- tampoco es ajena al estrés de la pobreza.

Lo más grave de todo esto es que, a pesar de haber entregado miles de millones de dinero público a la banca para pasar ese examen, ahora nos dicen que lo de que corra el crédito es otro cantar. Menudo pan hemos hecho como unas hostias.