¿Sentados o de pie?

Queremos ser igual que los demás, ni más ni menos. La frase, pronunciada por el presidente de la Confederación de Empresarios de Almería (Asempal), José Cano, resume a las claras el sentimiento que ha cundido entre los almerienses ante el parón que han sufrido las obras del AVE en nuestra provincia y el desolador horizonte que tenemos por delante.

‘Estáis muy aislados’ decía también, en la comparecencia ante los medios de comunicación, uno de sus homólogos en Alicante que se sumó este pasado lunes a la cumbre de organizaciones empresariales que reclamaron al Gobierno central inversiones para terminar la conexión de la Alta Velocidad con Murcia. 

El tercero en apuntar la mala situación que sufre Almería en materia de comunicaciones fue el presidente de la patronal andaluza, el malagueño Javier González, que las calificó directamente de ‘infames’. Sus colegas de Lorca no se quedaron atrás al asegurar que ha llegado el momento de exigir celeridad en el AVE entre la ciudad murciana y Almería.

Como ven, el diagnóstico resulta claro y evidente. Estamos aislados, olvidados en mitad de un océano por el que vemos pasar a lo lejos magníficos cruceros para los que no tenemos billete ni posibilidad de reserva. 

Así pensamos todos, o casi todos. El Gobierno, a través de su delegada en Andalucía, la almeriense Carmen Crespo, ha intentado en ese escenario tan hostil para el Ejecutivo de Rajoy templar los ánimos sin éxito. Es más, posiblemente haya avivado el fuego con sus declaraciones sobre el futuro al que nos enfrentamos y que no es otro que cuando llegue el AVE a Almería lo hará en algunos tramos en “vía sencilla”, un eufemismo para no tener que decir –vade retro- “vía única”. 

Ahora, tras sus reivindicaciones, los empresarios esperan un gesto del Gobierno. No sé si deberían de hacerlo sentados o de pie. Todo va a depender de si nuestra exigencia va más allá de lo apuntado en esta cumbre.