EEl "estado de gracia" en política dura poco. Los dirigentes de Podemos lo han aprendido a marchas forzadas. Eran los chicos de moda, el terror de los mayores, los justicieros implacables que iban a limpiar España de corrupción jubilando a los políticos tradicionales y de repente se han encontrado que donde antes todo eran parabienes ahora se encuentran más palos que zanahorias.
Ya saben que opino que la aparición de Podemos ha tenido un efecto positivo porque ha servido de revulsivo a los partidos tradicionales anquilosados en modos y prácticas más que discutibles, y sobre todo inmersos en casos de corrupción que resultan insoportable a ojos de los ciudadanos sobre todo en éstos tiempos de crisis. Así que en mi opinión Podemos ha tenido, hasta el momento, un efecto beneficioso para la política española.
Claro que este grupo de profesores acaso ha pecado, no sé si de ingenuidad o de soberbia, al creer que podían convertirse en justicieros sin que nadie osara a mirarles hasta el revés de los calcetines. La política funciona así, y ellos deberían de saberlo. Y de repente el común de los mortales, esos que vemos a Podamos como una oportunidad para que las cosas cambien, nos hemos visto sorprendidos con informaciones que apuntan que sus dirigentes también tienen sus pecadillos. La cuestión es saber que hay de verdad en el caso de Errejón con la Universidad de Málaga o el de la los programas televisivos de Pablo Iglesias supuestamente financiados por los iraníes. El caso es que el señalamiento público de esos supuestos pecadillos les ha molestado, les ha agriado el carácter y no están sabiendo responder adecuadamente, precisamente ellos que hasta ahora habían demostrado nervios de acero a la hora de enfrentarse a sus críticos en los medios de comunicación.
También están sufriendo su primer desgaste a cuenta de su programa económico que el personal no termina de ver claro. Acuden a expertos para que les elabore un programa y el personal se pregunta porqué ¿es que no tenían previamente una idea precisa de lo que hay que hacer o deshacer?. En cualquier caso las encuestas les continúan augurando que se van a convertir en una fuerza política imprescindible en la política española.
Puede que el éxito les llegara tan de repente que no hayan tenido tiempo de digerirlo, pero en política nadie les va a dar la oportunidad de equivocarse sin pagar un precio, sobre todo porque los políticos tradicionales y los empresarios del IBEX 35 han creído sentir el aleteo de la guillotina sobre sus gargantas, y se van a defender con todo lo que tienen a su alcance.
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