Un cuento de Navidad

La novela ‘Un cuento de Navidad’, cuenta la historia de un hombre avaro y egoísta llamado Ebenezer Scrooge y la transformación que sufre tras ser visitado por una serie de espíritus en la víspera del 25 de diciembre.

Uno tras otro, los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras se le aparecen a Scrooge para hacerle ver lo equivocado que estaba. Que aquello que él llamaba ‘paparruchas’-ofrecer a sus empleados un salario mísero y una interminable jornada laboral- suponía, en realidad, dejar a la gente sin esperanzas y pisotear sus derechos y su dignidad.

Este cuento de Nochebuena, publicado por Charles Dickens a mediados del siglo XIX, me ha venido a la cabeza no solo por las fechas propias en las que estamos sino porque la historia no ha perdido ni un solo elemento de actualidad en estos tiempos que vivimos. 

El poder económico que lleva tensando la cuerda que nos ahoga desde hace ya seis años no afloja y Europa sigue sin enfrentarse a la crisis con la determinación que exigen los ciudadanos. Como consecuencia de esto, la pobreza se ha instalado en nuestra sociedad como si fuese una penitencia con la que expiar nuestras culpas por pecados que no cometimos. 

Los gobiernos, nuestro Gobierno, no se ha separado ni un solo milímetro de las pautas que han ido marcando los mercados financieros y bajo su sombra han crecido horribles ‘paparruchas’. Se han rebajado sueldos, se han aumentado los impuestos, se ha aprobado una reforma laboral que atenta contra los trabajadores y se han dilapidado derechos y conquistas sociales. Todo se ha hecho por y para el dinero, dejando al margen de todas estas decisiones a las personas. 

A este Mr. Scrooge nadie le pone cara pero todos sabemos que anda por ahí, y cuando la asfixia se hace insoportable siempre tiene al fantasma navideño de turno que sale proclamando que la crisis ha terminado. Aunque no sea verdad, aunque nadie se crea ese cuento.