El laberinto catalán

El laberinto que caracteriza a cataluña amenaza con no tener salida ni dejar a nadie impasible. Una sociedad que, encabezada por políticos secesionistas, parece ser que no han tomado nota de las consecuencias a las que nos conducirían tales decisiones y obviando algunas experiencias anteriores como las llevadas a cabo por Estados Unidos, Canadá ( Québec ) o Reino Unido ( Escocia ).

Estados Unidos se saldó con una guerra civil que duró seis años y no nos vale el caso de Filipinas o Puerto Rico que se basan en un principio de autodeterminación, aplicable a países que han sido colonias. En cualquier caso, estas no son las circunstancias del País Vasco ni de Cataluña.

Los secesionistas catalanes no podrán reevindicar ni una cosa ni otra porque no tienen precedentes en el Derecho. Artur Más se identifica y reevindica a políticos como Prat de la Ríba,  Francés Maciá o Heribet Barrera, que votó en el congreso contra la Constitución ( 1978 ), aludiendo que no cumplía las expectativas de las leyes catalanas, pero aún hay mas; Más identifica a CIU con la LLIGA, confundiendo Nacionalidad con Nación y haciendo suyas las palabras que Barrera dijo:  "Todos queremos un Estado para Cataluña y enarbolaran la bandera, incluso los hijos de los emigrantes".  Desde entonces se ha producido un aumento del nacionalismo exacerbado en Cataluña.

Todo esto es producto precisamente de un educación tergiversada,  de argumentos de unos pocos secesionistas que han regado su pequeña parcela a gusto del consumidor con teorías obsoletas o aprovechadoras, como los cacareados fueros ratificados por Carlos V  en pago de la ayuda prestada por los vizcaínos en Villalar; o más recientemente antes de los Decretos de Nueva Planta se mantenían los plenos derechos de la Generalitat, que en 1640; con proyectos del conde-duque llevaron a la centralización de la monarquía,  que a posteriori fueron derogados por Felipe V en 1714; fecha heroica de la guerra de la independencia que libraron todos los catalanes.

Entendemos que la educacion ha sido un arma  llena de perversidades para potenciar el nacionalismo, que precisamente por la posible interpretación o ambigüedad que comportó la Constitucion de 1978 en su artículo 27 para todas las comunidades autónomas; que en el caso del País Vasco y Cataluña fue aprovechado para dar impulso secesionista, además es impensable que podamos ir a un sistema confederado,  máxime en un país como España, que funciona en régimen de mercado único, inmerso en un proyecto europeo que, tras la adhesión de Croacia ( 1/7/2013 ) suman veintiocho países consensuados y en el que no tendría cabida un Cataluña independiente.