En los últimos cinco días la actualidad ha estado marcada por las nefastas consecuencias del terror yihadista que ha puesto al mundo, una vez más, ante un desafío histórico. El execrable asesinato de los profesionales de la revista Charlie Hebdo, y la matanza de rehenes y policías franceses por los fanáticos terroristas de la yihad han removido a los pueblos, naciones y gobiernos que defienden la libertad . Las palabras y la tinta han inundado el mundo con expresiones de condena, rechazo y solidaridad. Pero no por numerosísimas, estas manifestaciones deben ocultar las más pequeñas, sentidas y originales muestras de repulsa, dolor y solidaridad. Es la experiencia compartida al día siguiente del atentado con Manon Baudry, una joven estudiante de Comunicación, de la Escuela ScienciesCom de Nantes, que completa su formación en Andalucía por medio del programa Erasmus. La responsable alumna desarrollaba el pasado jueves un examen acerca de la selección de la información y las características de la misma. “Ayer, en Francia, -respondía la concienciada estudiante a la última cuestión- hemos sufrido una masacre contra el periódico Charlie Hebdo. Esta publicación es un símbolo en mi país de la posibilidad de ofrecer al público la información libre e imparcial. En esta matanza han muerto dibujantes y caricaturistas como Charb o Cabu que han perdido la vida por su humor. Eso no es normal..y antes de hablar de las características de la información quiero decir que ésta ha de basarse en la libertad, que todo el mundo pueda decir lo que piensa, hablar sin miedo. Eso es libertad y la libertad es la más importante característica de la información. En este día de duelo quiero escribir para la gente que muere por la libertad de información. Je suis Charlie” Así de concienciada y contundente concluyó Baudry su ejercicio, acaso el mejor examen solidario que haya realizado.
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