Palabricas finas de siempre

Han pasado casi cuarenta años desde que el bueno de Carlos Cano grabase la canción que contaba la historia de un tal Salustiano, un paisano que se tuvo que ir a Alemania a buscarse las habichuelas y que, en voz del genial granadino, se quejaba de los que “con cuatro palabricas finas” robaban y robaban. Han cambiado los tiempos pero no los motivos de la queja. Y lo más gracioso es que incluso los herederos de los que en un primer momento pudieron sentirse partícipes del soplo de indignación reivindicativa que supusieron todas aquellas canciones, son ahora los que con terminología exquisitamente aséptica se lo siguen llevando calentito. Por sorprendente que pueda parecer a los más cándidos, hay golfos en todos lados, incluso en aquellos rincones en donde se arrogan la pureza moral más sólida y la integridad cívica exclusiva. 

Como saben, la candidata de IU a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, circunstancialmente novia del muchacho de la coleta famosa, ha sido descubierta participando en la adjudicación de contratos públicos a una empresa de un hermano suyo por 1,3 millones de euros, a lo largo de seis años durante los que estuvo dando a todo el mundo lecciones de decencia política. Y claro, cuando han ido a preguntarle por este asunto al candidato de IU a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, éste no ha tenido mejor respuesta que decir que todo se trataba de un “error ético”. Es decir que los mismos que consideran que desconocer la procedencia del vehículo de tu marido o ignorar los manejos empresariales de tu esposo son motivos más que sobrados para forzar la dimisión de todo un Gobierno o la deposición de una dinastía, resuelven su asunto diciendo que es un simple error ético. Son las cuatro palabricas finas de Carlos Cano, pero corregidas y aumentadas. Al menos no han sido tan castizos como el novio de la poco ejemplar muchacha, que calificó de “machismo” las críticas recibidas cuando se supo que ella, angelico, se había lucrado con un piso de protección oficial. Así están las cosas.