La presunta Caja b del PP

Los españoles amantes de las claridades andamos divididos acerca de la doble contabilidad de los partidos. Nos parece una cuestión impostergable. Como en un permanente derby Real Madrid-Barcelona, la verdad depende de apreciaciones subjetivas que se mueven a merced de si somos forofos o no. Los escolásticos inventaron un método para salir de dudas en situaciones parecidas y vivir así con la conciencia tranquila. En aquel tiempo las ciencias sociales andaban todavía en pañales. Además, las cuestiones teológicas que a ellos interesaban no tenían fácil experimentación. ¿Cómo constatar la verdad del Dios uno y trino o la nota musical que tocará la trompeta en el día del juicio? Así que una de las soluciones de tipo metodológico fue dibujar dos columnas paralelas. En una iban los argumentos en negativo y en la otra los afirmativos. Hoy tal vez llamaríamos a esta técnica la de los output e imput. Sobre la presunta caja b del PP en concreto la mayoría de los militantes de partido la niegan. La Cospedal, por ejemplo, afirma que puede que exista dicha contabilidad pero entonces ya no sería del PP. Le siguen en la misma apreciación el presidente del Gobierno, Esperanza Aguirre, Floriano, Rafael Hernando, Pujalte, etcétera. Respecto a la teoría afirmativa debemos decir que sus defensores no son militantes del PP sino profesionales del derecho que basan su posición en datos y declaraciones de gente bien informada, o sea, el abogado del Estado, la Fiscalía anticorrupción, el Juez Ruz que lleva largo tiempo investigando el asunto y por supuesto el propio Bárcenas .¿A quién creería usted más? ¿A un partido a quien le interesa ocultar o al menos dilatar en lo posible el veredicto final (se habló del ordenador a martillazos) o a personalidades competentes, amantes de esclarecer la verdad y ajenas a la lucha política? Miren ustedes, mientras no surjan más datos y el conocimiento se haga incontrovertible, yo prefiero atenerme a la segunda teoría. Salvo mejor juicio, para mí existió la caja b.