La España del retroceso

Lamentablemente en este país hemos llegado a límites inimaginables, hemos conseguido que España retroceda más de cuatro décadas. Dejamos a nuestros hijos e hijas la herencia del no futuro, de la desilusión, de la desesperanza, de la desidia, del sentir que da igual lo mucho que te esfuerces o trabajes porque nunca conseguirás un justo reconocimiento profesional o económico. Son tiempos en los que se premia agachar la cabeza y hablar cuanto más bajito mejor para no molestar a los que se encuentran por encima de nosotros y nosotras, por miedo a represalias, al castigo. 

Teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos, con más de cuatro millones de parados, la amenaza constante de perder el puesto de trabajo retumba con fuerza en el día a día de los trabajadores y trabajadoras españoles. No vivimos en una sociedad de “todos somos iguales”, vivimos en la España del regateo para fijar sueldos, vivimos en la España del que pisa y del pisoteado. En este entorno, nuestros jóvenes aprenden que la mejor opción es callarse, aprenden a no quejarse por muy explotados que estén, usando el triste argumento de “algo es algo” o el de “si no lo haces tú, tienes cientos detrás dispuestos a hacerlo por mucho menos”.

Muchos empresarios españoles no se sonrojan cuando realizan ofertas de trabajo en la que exigen, y mucho, sin ofrecer unos sueldos que se ajusten proporcionalmente a lo requerido. Desde aquí os invito a que entréis en alguna página Web de ofertas de trabajo y lo comprobéis por vosotros mismos. Por desgracia, no os será difícil encontrar muchos casos como este, y os puedo asegurar que no he cogido de los peores, en los que solicitan un Ingeniero Desarrollador que tenga buen conocimiento en tecnologías web y móviles, buena práctica de herramientas de seguimiento de errores, conocimientos de Android, en Procesos de garantía de calidad, ser riguroso y meticuloso, inglés Fluido, Máster en informática o telecomunicaciones, siendo un plus: más de 2 años de experiencia en control de calidad, francés fluido y JavaScript, etc., todo por un salario de entre 900€ y 1.200€ bruto/mes, 45 horas semanales. Lamentablemente, como decía anteriormente, esta oferta de trabajo no es de las peores que se pueden ver diariamente en las páginas de búsqueda de empleo. No sé si tanta desfachatez se debe a un intento de continuar dándoles motivos a nuestros jóvenes para que se sigan marchando de este país en busca de un futuro mejor, de un puesto de trabajo en el que se les reconozca su preparación, su capacidad,  su profesionalidad...

Nos hemos empeñado en enseñar y mostrar a las generaciones del futuro que todo vale, a conformarse, a perder la ilusión y a limitarse a vivir para trabajar. Creamos con nuestra actitud la sociedad del silencio, de la apatía…Y este Gobierno no hace nada para evitarlo, no pone en marcha acciones que velen por la estabilidad y bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas. Se limita a hablar del esfuerzo que tenemos que continuar haciendo para salir de esta crisis que sufrimos los que nada tenemos que ver con su origen, olvidando a todos aquellos que se han lucrado durante años a costa de nuestra sanidad, de nuestra educación, de nuestro Estado del Bienestar…

Sin duda, nos hemos convertido en la España del miedo, en la España del estar callado, en la España del retroceso. A pesar de ello, no es el momento de darse por vencido, porque estoy seguro de que si nos unimos, si luchamos todos juntos seremos capaces de cambiar las cosas, seremos capaces de hacer entender a los que gobiernan este país que es necesario cambiar estas políticas que destruyen nuestro futuro. Ahora más que nunca, es vital que no olvidemos que juntos somos capaces de hacer que España avance.