Ante los sorprendes resultados del CIS que otorgan a Podemos la posición de segunda fuerza política nacional se abre una nueva estrategia de consolidación para un partido nacido de aluvión y que ahora se afana en la fidelización de su variopinta, inquieta e inestable parroquia. En las dictaduras; las de izquierda y derecha -da igual-, siempre se ha pretendido la captación clientelar mediante posiciones de privilegio a beneficio sectario. Franco lo hizo con el economato de gremios, Stalin con las cooperativas proletarias y Chávez con la mezcla de ambas. Y, ahora, con la proliferación del comercio on line, cheques regalo, socio Premium, oferta estrella… Podemos reinventa el economato del posfranquismo con la inminente aparición de “GO Ejido” (GO, del verbo “ir” en inglés).
¡Tiemble Amazón! Podemos ofrece en El Ejido una oferta para “socios afectos” que consiste en la adquisición a precios bajos en la compra de televisiones de plasma, lavadoras, cocinas… y productos agrícolas, fitosanitarios, maquinaria, plásticos, semillas, transporte internacional… y electricidad, combustibles… y pisos, parcelas… y préstamos dinerarios, entidad de ahorro, fondos financieros… O sea, un proveedor generalista que utiliza argumentos de ahorro para la captación de clientes que habrán de estar sujetos a una normativa que, con toda seguridad, incorporará cierta imbricación política. Aprovechando el Movimiento 15-M, Podemos comenzó a alborear su proyecto. El 15-M, con sus asambleas, talleres, tribus urbanas, guarderías, avituallamiento, centros logísticos… se convirtió en la protogénesis de una Christiania (ciudad “libre” de Copenhague). Sin embargo, el proyecto de campamento estable, por su ubicación, era inviable; pero, dejando atrás visionarias iniciativas, había que aprovechar esa masa crítica, cabreada, contestataria y ácrata que jamás había pensado visitar una urna por su condición antisistema. Y, en eso, llegó la “racionalidad” materializada en brillantes profetas universitarios “masterizados” en Ciencias Políticas; es decir, ilustrados conocedores de la Historia que condujo a Hitler al poder desde el desencanto y la desorientación del pueblo germano; o la seducción criminal de Stalin desde el comunismo salvaje; o el movimiento bolivariano que sume en la pobreza y espejismo de libertades a un pueblo que mira a los que les permiten vivir como semidioses con transmutación en pajarito.
Proyectos políticos periclitados: fascismo, comunismo, bolivarismo… no soportan alquimia posible en el matraz europeo. Y habrá que ver cómo se alambica el experimento griego, especialmente ahora, cuando el Banco Central Europeo les cierra el grifo de la financiación (a un paso del corralito). No obstante, el experimento “GO El Ejido” no está mal pensado para una sociedad fuertemente dependiente de la financiación para el desarrollo de la actividad industrial agrícola. Y, si a esto le sumamos una ayuda en precios de la cooperativa y el economato, se habría alcanzado un modelo más moderado/civilizado del corporativismo sectario que, en otras ocasiones y geografías, se dirime por el incondicional afecto o la muerte civil.
Si sale con barba, San Antón; si no, la Purísima Concepción. Aquí siempre habrá argumentos para justificar las iniciativas. Un economato/cooperativa siempre es una fuente de financiación si se gestiona con arte y oficio, y ambas cualidades han resultado brillantes y productivas para los dirigentes de Podemos, aventajados y bien estipendiados en consultorías, proyectos y diseños revolucionarios. Sería ocioso pensar que estos “listos” esperan rentabilizar el abultado apoyo de la encuesta del CIS con cuotas de los que “dicen” apoyarles. Eso es bastante virtual para los virtuosos de lo contante y sonante. Así que, GO Podemos.
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